El fútbol en el que la pelota habla

Esta es la selección colombiana de fútbol para ciegos que participará en el Mundial en Madrid, España, del 7 al 17 de junio.

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Luís Guillermo Montenegro
01 de mayo de 2018 - 02:00 a. m.
Selección colombiana de fútbol cinco para ciegos en un entrenamiento en Bogotá.  / Óscar Pérez - El Espectador
Selección colombiana de fútbol cinco para ciegos en un entrenamiento en Bogotá. / Óscar Pérez - El Espectador
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La pelota rueda y el sentido del oído se agudiza. Se oye un sonido similar al de una maraca y es ahí cuando los jugadores saben en dónde está el objeto que deben dominar y patear. “Voy”, grita cada personaje que quiere ir por el balón, para que quien lleve la pelota en sus pies sepa que alguien está cerca de él y le puede quitar la posesión. Aparte del sonido del balón rodando, en el fútbol para ciegos hay tres guías. Primero, el arquero del equipo, que es el único dentro de la cancha que puede ver y es el encargado de darles las indicaciones a los defensas. Luego, el entrenador, que puede dar órdenes a los hombres de la mitad del campo. Y también, detrás del arco en el que se deben marcar goles, está una voz que indica la dirección hacia la que se debe patear.

Cada equipo es de cinco jugadores, contando al arquero. La formación más utilizada es con dos defensas y dos delanteros. Los partidos son de dos tiempos de 20 minutos, el cronómetro se detiene cuando no hay acción y, como en el fútbol convencional, el ganador es el que más goles marca. La cancha tiene 20 metros de ancho y 40 de largo. A pesar de la discapacidad visual, es obligación que todos los jugadores utilicen un sistema de antifaz y parches oculares, que tienen la función de impedir que aquellos que pueden percibir luminosidades lo utilicen como ventaja deportiva.

Fernando Carrillo es el director técnico de la selección colombiana que participará en el Mundial de la modalidad que se jugará del 7 al 17 de junio en Madrid (España) y en el cual competirán 16 países. El equipo nacional hace parte del grupo B, junto con Francia, Argentina e Irán. Los dos primeros de cada grupo avanzarán a las semifinales. La mejor presentación en la historia para nuestro país en esta competición fue un séptimo lugar, sin embargo, en esta edición las expectativas están altas, pues en la reciente Copa América terminó en el tercer lugar, sin perder un solo juego, con cuatro triunfos y dos empates.

La figura del equipo es el santandereano Juan David Pérez, quien terminó como goleador del torneo y cuenta con experiencia internacional, pues ha estado en equipos profesionales para ciegos en Brasil. La delegación que viajará a la capital española es de 12 personas: siete jugadores de campo, dos arqueros, una fisioterapeuta, el asistente técnico y el entrenador.

Como en Colombia no se ha logrado profesionalizar este oficio, los jugadores desempeñan otras labores para vivir y el fútbol es simplemente una distracción. En este caso, los arqueros Marlon Millán y Andrés Correa son electricista e ingeniero de sistemas, respectivamente. De los siete hombres de campo, Juan David Pérez es trabajador social, Jhon Hernández es cantante de buses y de Transmilenio, Alfonso Pinilla es ingeniero de sistemas, Danilo Rincón es trabajador social, Sebastián Zárate es profesor de inglés, Fredy Duván López es filósofo y Juan Pablo Parra es psicólogo.

“Algunos trabajan más que otros, así que cuando no hay recursos para los viajes o las concentraciones, se ayudan entre ellos para cubrir los gastos”, le asegura a El Espectador el entrenador Fernando Carrillo, quien es profesional y recibe un sueldo fijo por parte de Coldeportes. Su asistente técnico es Juan Carlos Castañeda y a ellos los acompañará la fisioterapeuta Martha Liliana Rodríguez. “Comencé en el deporte practicando la lucha olímpica. Fui parte de la selección de Santander y participé en Juegos Nacionales, siendo campeón en varias oportunidades. Luego me especialicé como entrenador y comencé a trabajar desde 2008 en Coldeportes. Fui entrenador de fútbol de salón para ciegos y ahora estoy con esta selección de fútbol cinco”, destaca Carrillo.


Juan David Pérez, la figura del equipo, cuenta que jugó fútbol convencional cuando era niño, sin embargo, a los nueve años se le desprendió la retina del ojo derecho y perdió la visión por completo. “Estuve a punto de ir a jugar con el equipo de Alianza Petrolera, pero no pude”, cuenta. Pasó siete años sin jugar, hasta que un compañero le contó del fútbol para ciegos y eso lo motivó a volver a las canchas. “Fue como si nunca hubiera dejado de jugar. Me costó, pero me acoplé, aprendí a dominar el balón y mi fuerte siempre ha sido hacer goles”. Juan David no lleva el 10 en su espalda por casualidad. Aunque no vea, es el líder del equipo, el que motiva a sus compañeros y el que le da jerarquía a la selección nacional. Después de jugar el Mundial en Madrid, viajará a Rusia, para sentir el ambiente del Mundial de Fútbol de 2018. Estará en Saransk, Kazan y Samara, haciéndoles fuerza a los dirigidos por José Pékerman, un grupo de jugadores que nunca ha visto pero que siente como sus ídolos por la manera como se emociona al oír de sus logros

Por Luís Guillermo Montenegro

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