Eternamente Máyer Candelo

En el barrio Bretaña de Cali nació el amor de Máyer Candelo por la pelota. Allí comenzó a jugar de manera recreativa, pero siendo apenas un niño el mundo del fútbol en el Valle del Cauca empezó a hablar de él. Aunque en un principio actuara como lateral izquierdo o carrilero por ese costado, cada vez que tenía el balón en sus pies se le veían clase y magia.

Por eso Félix Valverde Quiñones, técnico de la selección del Valle, le entregó la 10 y lo puso a jugar de volante de creación, posición en la que se quedó y triunfó. Hoy, con 40 años, Máyer Andrés ha disputado 730 partidos oficiales, en 22 temporadas como profesional. Su apellido es recordado en clubes como Vélez Sarsfield de Argentina, América, Cortuluá, Millonarios, Tolima, Universidad de Chile, Universitario, Juan Aurich, César Vallejo de Perú y Deportivo Cali, club del que es hincha y con el que espera retirarse. Con la selección colombiana disputó 37 encuentros, entre juveniles y mayores.

En el fútbol no hay jugadores jóvenes y viejos, sino buenos y malos, eso lo demuestra Máyer, quien a pesar de su edad sigue siendo uno de los más destacados del fútbol colombiano. Puede que en el Cali de Mario Yepes no sea titular indiscutido, pero por su experiencia tiene un papel especial en el equipo.

Cada vez que ingresa al campo de juego algo pasa. Y desde afuera su voz de mando es atendida por todos sus compañeros. “Estoy muy contento, para mí es un gran orgullo llegar a los 40 años y estar jugando en el club de mi corazón, que es el Deportivo Cali”, destacó el experimentado volante.

Su relación con la institución azucarera se formalizó el 14 de febrero de 1996, cuando debutó con la camiseta verde con el número 17 en un juego ante el Quindío. El entrenador que le dio esa confianza inicial fue Fernando el Pecoso Castro. Y aunque este club vallecaucano lo es todo para él, gracias a su estilo de juego y liderazgo dentro de la cancha, se convirtió en referente de cada uno de los clubes en los que estuvo.

Un caso especial es el de Millonarios, en donde jugó cerca de 300 partidos, marcó 31 goles y consiguió la estrella 14. “Mi mar azul”, le dice Máyer al cuadro bogotano, al que según ha dicho en varias oportunidades sueña con regresar, pero como entrenador. De hecho, ya terminó el curso de técnico en Argentina. Su llave en el banquillo sería Darío Chusco Sierra, amigo del fútbol y quien era el asistente técnico de Hernán Torres en ese Millonarios campeón.

“Lo más importante es que estoy viviendo una etapa muy linda, porque por fortuna me di cuenta a tiempo de mis errores y pude enmendar mi camino, por eso le agradezco a toda la gente que ha confiado en mí y me ha apoyado. Por el año 2003, si no estoy mal, seguía muy metido en los juegos de azar y lo que me ganaba, lo perdía, así que hice una promesa con Dios de que iba a cambiar, y aquí estoy”, comentó un emocionado Candelo, que este martes en la tarde (4:00 p.m., por Win Sports) jugará ante Tigres en el estadio Metropolitano de Techo, en Bogotá.

La cereza del postre en la carrera de Candelo sería un título con el Deportivo Cali y en especial con este cuerpo técnico conformado por Mario Yepes y Freddy Hurtado, con quienes compartió en la cancha hace unos años y desde ahí ha tenido una sólida amistad. “Nos tocó vivir muchas cosas, como el título de 1998 y la final que perdimos de Copa Libertadores en el 99. Sería lindo celebrar en junio un título más para el Cali”, confesó el orgulloso padre de Valentina e Isabella, sus dos hijas, su gran motivación.

En el barrio Bretaña de Cali nació el amor de Máyer Candelo por la pelota. Allí comenzó a jugar de manera recreativa, pero siendo apenas un niño el mundo del fútbol en el Valle del Cauca empezó a hablar de él. Aunque en un principio actuara como lateral izquierdo o carrilero por ese costado, cada vez que tenía el balón en sus pies se le veían clase y magia.

Por eso Félix Valverde Quiñones, técnico de la selección del Valle, le entregó la 10 y lo puso a jugar de volante de creación, posición en la que se quedó y triunfó. Hoy, con 40 años, Máyer Andrés ha disputado 730 partidos oficiales, en 22 temporadas como profesional. Su apellido es recordado en clubes como Vélez Sarsfield de Argentina, América, Cortuluá, Millonarios, Tolima, Universidad de Chile, Universitario, Juan Aurich, César Vallejo de Perú y Deportivo Cali, club del que es hincha y con el que espera retirarse. Con la selección colombiana disputó 37 encuentros, entre juveniles y mayores.

En el fútbol no hay jugadores jóvenes y viejos, sino buenos y malos, eso lo demuestra Máyer, quien a pesar de su edad sigue siendo uno de los más destacados del fútbol colombiano. Puede que en el Cali de Mario Yepes no sea titular indiscutido, pero por su experiencia tiene un papel especial en el equipo.

Cada vez que ingresa al campo de juego algo pasa. Y desde afuera su voz de mando es atendida por todos sus compañeros. “Estoy muy contento, para mí es un gran orgullo llegar a los 40 años y estar jugando en el club de mi corazón, que es el Deportivo Cali”, destacó el experimentado volante.

Su relación con la institución azucarera se formalizó el 14 de febrero de 1996, cuando debutó con la camiseta verde con el número 17 en un juego ante el Quindío. El entrenador que le dio esa confianza inicial fue Fernando el Pecoso Castro. Y aunque este club vallecaucano lo es todo para él, gracias a su estilo de juego y liderazgo dentro de la cancha, se convirtió en referente de cada uno de los clubes en los que estuvo.

Un caso especial es el de Millonarios, en donde jugó cerca de 300 partidos, marcó 31 goles y consiguió la estrella 14. “Mi mar azul”, le dice Máyer al cuadro bogotano, al que según ha dicho en varias oportunidades sueña con regresar, pero como entrenador. De hecho, ya terminó el curso de técnico en Argentina. Su llave en el banquillo sería Darío Chusco Sierra, amigo del fútbol y quien era el asistente técnico de Hernán Torres en ese Millonarios campeón.

“Lo más importante es que estoy viviendo una etapa muy linda, porque por fortuna me di cuenta a tiempo de mis errores y pude enmendar mi camino, por eso le agradezco a toda la gente que ha confiado en mí y me ha apoyado. Por el año 2003, si no estoy mal, seguía muy metido en los juegos de azar y lo que me ganaba, lo perdía, así que hice una promesa con Dios de que iba a cambiar, y aquí estoy”, comentó un emocionado Candelo, que este martes en la tarde (4:00 p.m., por Win Sports) jugará ante Tigres en el estadio Metropolitano de Techo, en Bogotá.

La cereza del postre en la carrera de Candelo sería un título con el Deportivo Cali y en especial con este cuerpo técnico conformado por Mario Yepes y Freddy Hurtado, con quienes compartió en la cancha hace unos años y desde ahí ha tenido una sólida amistad. “Nos tocó vivir muchas cosas, como el título de 1998 y la final que perdimos de Copa Libertadores en el 99. Sería lindo celebrar en junio un título más para el Cali”, confesó el orgulloso padre de Valentina e Isabella, sus dos hijas, su gran motivación.