Freddy Rincón, un hombre de tres mundiales

Freddy Rincón es uno de los mejores volantes de la historia del fútbol nacional y nos regaló un recuerdo maravilloso y eterno cuando, gracias a su gol, Colombia empató con la selección de Alemania en Italia-90. Su imagen todavía reposa en el mismísimo museo del estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid, porque vistió la camiseta del club más prestigioso del mundo.

Es imposible no mencionarlo cuando se habla de mundiales y del fútbol nacional. El gran Freddy Eusebio es uno de los jugadores que participaron en los tres torneos a los que fue la tricolor en la dorada década de los 90: Italia, Estados Unidos y Francia.

Con el 19 en la espalda, su poderosa zancada e inteligencia para juntarse con sus compañeros, Rincón dejó su huella en la historia de las selecciones. Ahora, polémico, sin pelos en la lengua y con una facilidad para expresar sus ideas, destaca las bondades del proceso de José Pékerman, los aspectos que habrá que tener en cuenta en el Mundial de Brasil 2014 y los jugadores claves para afrontar lo que se viene.

El Coloso de Buenaventura atendió a El Espectador para hablar de las que siguen siendo sus dos grandes pasiones: el fútbol y la selección nacional.

¿Cómo analiza el momento del equipo de mayores?

Muy positivo por todo lo que se ha conseguido. Vamos a volver al Mundial y eso es un sueño hecho realidad. Yo fui uno de los que se pronunciaron contra el proceso de José Pékerman, porque él llegó a poner un sistema que no se podía usar en Colombia. Puso tres centrales y por eso inició mal. Contra Perú ganó jugando muy mal y contra Ecuador perdió por una diferencia corta que pudo terminar en goleada. En ese momento hablé y me dieron mucho palo. Luego él se dio cuenta de ese error y volvió a jugar con laterales como Zúñiga y Armero. Desde el partido frente a Uruguay ganamos con ese módulo y entonces todos los que me dieron palo no reconocieron nada.

¿Cuál es el jugador al que más destaca de este proceso?

Juan Guillermo Cuadrado tiene mucha dinámica, es constante y muy importante para el equipo. Sabe jugar para todos. Juan Fernando Quintero va a ser muy importante: hizo un buen Mundial Sub-20, es un muchacho con mucha categoría y creo que para Brasil nos podrá ayudar mucho.

¿Y qué decir de Radamel Falcao García?

Falcao es dependiente de lo que hacen los demás, mientras que Cuadrado es de esos jugadores que pueden arreglarte un partido solo. Es un grande, lo que ha logrado no es casualidad, y entre más opciones se le creen, mucho mejor para él. Es de los mejores delanteros del mundo y es un orgullo que sea colombiano.

¿Qué opina hoy del papel de Mario Alberto Yepes?

Aquí en Colombia, cuando se opina se entiende como crítica. Cuando uno opina y luego acierta, nadie reconoce. Yo en otro momento dije que Yepes no jugaba en el Milán y por eso no debía ser tenido en cuenta. Él se puso bravo por eso, no le gustó, pero ahora él mismo me dio la razón. Al ver que no actuaba en el Milán fue a buscar un equipo como el Atalanta, en donde sí juega, y seguramente podrá ir el Mundial. Me terminó entendiendo. Es un jugador que todavía le aporta a la selección.

¿La experiencia de Faryd Mondragón será importante en Brasil?

Veo la competencia muy brava. Acá en Colombia hay porteros muy buenos que están pidiendo pista. Hay arqueros que están a la altura o incluso en mejor nivel que Faryd. Yo no soy el técnico, sólo doy mis opiniones.

¿Qué destacar de los proceso de Maturana y ‘Bolillo’?

Los procesos fueron experiencias buenas porque dejaron que terminaran. Pacho Maturana hizo un proceso que se acabó; luego, Bolillo lo retomó. De ahí en adelante se comenzó a improvisar. Esos procesos tuvieron continuidad y de ahí el éxito desde el 90 hasta el 98, tres mundiales seguidos.

¿Por qué nos demoramos tanto tiempo en volver a un Mundial?

Hubo mucha desorganización. Ni en la Federación estuvieron unidos. Había problemas internos que no permitían que las ideas fueran buenas. No se mantenía una línea y eso perjudicó los procesos nuevos. Afortunadamente ahora se pusieron de acuerdo desde el principio, le dieron continuidad a un entrenador serio como Pékerman y de ahí el éxito. Además, no es un secreto que él se encontró con un grupo excepcional de jugadores que se complementaron muy bien con su trabajo.

¿Qué se siente jugar un Mundial?

Para mí, sinceramente, ponerme la camiseta era como ponerme mi segunda piel. Es de lo que más orgulloso me he sentido en mi vida. Llevar el peso de un país sobre las espaldas en la cancha, sabiendo que de lo que uno haga depende la alegría de un pueblo, es una cosa increíble. Me sentí el más feliz en cada uno de esos mundiales.

¿Cuál fue su momento más emocionante en los mundiales?

Indudablemente el gol que le hice a Alemania en Italia-90. Fue una cosa muy efusiva, por todo lo que representaba. Había un cierto susto porque Alemania venía goleando, ganándole a todo el mundo, y justo ahí íbamos a pelear la clasificación a octavos. Pusimos un punto alto en ese partido.

¿Cómo mantener la calma y no creernos más de lo que somos?

Estos jugadores tienen los pies sobre la tierra, son talentosos y ya han jugado la mayoría en Europa, saben manejar la presión y seguramente eso los ayudará a comportarse a la altura. Debemos entender que ir al Mundial es un gran paso y para un equipo como Colombia no hay obligaciones grandes.

¿Qué representa la selección para el país?

Un escape para cambiar de panorama. Son las alegrías que el pueblo necesita. Cuando se gana, el país se comporta de una manera, y cuando pierde, de otra. Ojalá vengan muchas alegrías. Las necesitamos.

Lmontenegro@elespectador.com

@Luisguimonte

Freddy Rincón es uno de los mejores volantes de la historia del fútbol nacional y nos regaló un recuerdo maravilloso y eterno cuando, gracias a su gol, Colombia empató con la selección de Alemania en Italia-90. Su imagen todavía reposa en el mismísimo museo del estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid, porque vistió la camiseta del club más prestigioso del mundo.

Es imposible no mencionarlo cuando se habla de mundiales y del fútbol nacional. El gran Freddy Eusebio es uno de los jugadores que participaron en los tres torneos a los que fue la tricolor en la dorada década de los 90: Italia, Estados Unidos y Francia.

Con el 19 en la espalda, su poderosa zancada e inteligencia para juntarse con sus compañeros, Rincón dejó su huella en la historia de las selecciones. Ahora, polémico, sin pelos en la lengua y con una facilidad para expresar sus ideas, destaca las bondades del proceso de José Pékerman, los aspectos que habrá que tener en cuenta en el Mundial de Brasil 2014 y los jugadores claves para afrontar lo que se viene.

El Coloso de Buenaventura atendió a El Espectador para hablar de las que siguen siendo sus dos grandes pasiones: el fútbol y la selección nacional.

¿Cómo analiza el momento del equipo de mayores?

Muy positivo por todo lo que se ha conseguido. Vamos a volver al Mundial y eso es un sueño hecho realidad. Yo fui uno de los que se pronunciaron contra el proceso de José Pékerman, porque él llegó a poner un sistema que no se podía usar en Colombia. Puso tres centrales y por eso inició mal. Contra Perú ganó jugando muy mal y contra Ecuador perdió por una diferencia corta que pudo terminar en goleada. En ese momento hablé y me dieron mucho palo. Luego él se dio cuenta de ese error y volvió a jugar con laterales como Zúñiga y Armero. Desde el partido frente a Uruguay ganamos con ese módulo y entonces todos los que me dieron palo no reconocieron nada.

¿Cuál es el jugador al que más destaca de este proceso?

Juan Guillermo Cuadrado tiene mucha dinámica, es constante y muy importante para el equipo. Sabe jugar para todos. Juan Fernando Quintero va a ser muy importante: hizo un buen Mundial Sub-20, es un muchacho con mucha categoría y creo que para Brasil nos podrá ayudar mucho.

¿Y qué decir de Radamel Falcao García?

Falcao es dependiente de lo que hacen los demás, mientras que Cuadrado es de esos jugadores que pueden arreglarte un partido solo. Es un grande, lo que ha logrado no es casualidad, y entre más opciones se le creen, mucho mejor para él. Es de los mejores delanteros del mundo y es un orgullo que sea colombiano.

¿Qué opina hoy del papel de Mario Alberto Yepes?

Aquí en Colombia, cuando se opina se entiende como crítica. Cuando uno opina y luego acierta, nadie reconoce. Yo en otro momento dije que Yepes no jugaba en el Milán y por eso no debía ser tenido en cuenta. Él se puso bravo por eso, no le gustó, pero ahora él mismo me dio la razón. Al ver que no actuaba en el Milán fue a buscar un equipo como el Atalanta, en donde sí juega, y seguramente podrá ir el Mundial. Me terminó entendiendo. Es un jugador que todavía le aporta a la selección.

¿La experiencia de Faryd Mondragón será importante en Brasil?

Veo la competencia muy brava. Acá en Colombia hay porteros muy buenos que están pidiendo pista. Hay arqueros que están a la altura o incluso en mejor nivel que Faryd. Yo no soy el técnico, sólo doy mis opiniones.

¿Qué destacar de los proceso de Maturana y ‘Bolillo’?

Los procesos fueron experiencias buenas porque dejaron que terminaran. Pacho Maturana hizo un proceso que se acabó; luego, Bolillo lo retomó. De ahí en adelante se comenzó a improvisar. Esos procesos tuvieron continuidad y de ahí el éxito desde el 90 hasta el 98, tres mundiales seguidos.

¿Por qué nos demoramos tanto tiempo en volver a un Mundial?

Hubo mucha desorganización. Ni en la Federación estuvieron unidos. Había problemas internos que no permitían que las ideas fueran buenas. No se mantenía una línea y eso perjudicó los procesos nuevos. Afortunadamente ahora se pusieron de acuerdo desde el principio, le dieron continuidad a un entrenador serio como Pékerman y de ahí el éxito. Además, no es un secreto que él se encontró con un grupo excepcional de jugadores que se complementaron muy bien con su trabajo.

¿Qué se siente jugar un Mundial?

Para mí, sinceramente, ponerme la camiseta era como ponerme mi segunda piel. Es de lo que más orgulloso me he sentido en mi vida. Llevar el peso de un país sobre las espaldas en la cancha, sabiendo que de lo que uno haga depende la alegría de un pueblo, es una cosa increíble. Me sentí el más feliz en cada uno de esos mundiales.

¿Cuál fue su momento más emocionante en los mundiales?

Indudablemente el gol que le hice a Alemania en Italia-90. Fue una cosa muy efusiva, por todo lo que representaba. Había un cierto susto porque Alemania venía goleando, ganándole a todo el mundo, y justo ahí íbamos a pelear la clasificación a octavos. Pusimos un punto alto en ese partido.

¿Cómo mantener la calma y no creernos más de lo que somos?

Estos jugadores tienen los pies sobre la tierra, son talentosos y ya han jugado la mayoría en Europa, saben manejar la presión y seguramente eso los ayudará a comportarse a la altura. Debemos entender que ir al Mundial es un gran paso y para un equipo como Colombia no hay obligaciones grandes.

¿Qué representa la selección para el país?

Un escape para cambiar de panorama. Son las alegrías que el pueblo necesita. Cuando se gana, el país se comporta de una manera, y cuando pierde, de otra. Ojalá vengan muchas alegrías. Las necesitamos.

Lmontenegro@elespectador.com

@Luisguimonte