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Su cabeza todo el tiempo miraba hacia el piso, sus pasos eran largos, como de quien quiere pasar rápido por un lugar, sin embargo, cuando oyó su nombre, volteó la cara, se acercó dejando ver sus ojos mojados de lágrimas y habló con este diario. Juan Fernando Quintero lo hizo en la zona mixta del estadio Castelão de Fortaleza, escenario en el que la selección colombiana disputó su último partido en la Copa del Mundo de Brasil 2014. “No quiero llorar más”, fueron las primeras palabras que pronunció, sin embargo, la decepción sería tal que respondió uno a uno los cuestionamientos con la voz entre cortada y secando con sus manos las gotas que rodaban por su nariz.
Se sentía inseguro, se tocaba la cabeza seguido y se acomodaba la cachucha roja de la Federación Colombiana de Fútbol, como queriéndose tapar la cara. No deseaba estar ahí pero sabía que debía hablar en ese momento malo, tal como lo había hecho en el estadio Nacional Mané Garrincha de Brasilia, cuando anotó en el triunfo 2-1 frente a Costa de Marfil. ‘Juanfer’ no tendría razones suficientes para llorar, pues de los 23 convocados es quizás el que más oportunidades tendrá de disputar más mundiales de mayores. Además cumplió con un papel destacado que incluso le podría abrir las puertas de otro club en verano. No obstante, una premisa en este grupo que dirige José Pékerman es: “lo que es con uno es con todos”.
Para la Copa América, que será el próximo reto de esta selección, Juan Fernando Quintero espera ser importante, sin embargo, poca tensión le presta al futuro, para él lo más destacado es el presente, en el que hay tristeza, no solo por la eliminación, sino por el adiós de Mario Alberto Yepes y Faryd Mondragón, personajes fundamentales para él, pues desde niño perdió a su padre y en los últimos años había encontrado en ellos esa figura paterna que nunca tuvo.
¿Las lágrimas también son de emoción por todo lo que se logró?
Ojalá hubieran sido de alegría pero tras la final y no ahora. Sabíamos que podíamos llegar más lejos y por eso son estas lágrimas. Nos sentimos muy contentos porque aprendimos demasiado de lo que fue este Mundial y la eliminatoria. El futuro es prometedor. Yo creo que somos jóvenes que queremos salir adelante, trabajar y aprender muchísimo más cosas del fútbol y todo esto ha servido mucho.
¿Qué enseñanza le dejó este Mundial?
Que el fútbol es a veces injusto. Aunque para mi lo más importante es el recuerdo que me llevo de mis compañeros, de la gente de experiencia que siempre me apoyó y del cuerpo técnico que confió en mi. No era lo que queríamos pero nos vamos con una bonita imagen de luchadores. Lo dimos todo y por eso estamos orgullosos de Colombia y de lo que hicimos nosotros como grupo.
Y usted con 21 años jugó y hasta hizo gol…
Me siento muy feliz por lo que hice acá, estoy muy contento. Es duro cuando se termina así pero en lo personal me llevo una bonita imagen. Me siento muy orgulloso de mis compañeros, porque hasta el final luchamos por nuestro país. La conciencia está limpia porque dimos todo. No nos ahorramos ni una gota de sudor.
Pero bueno, a usted le quedan varios mundiales. ¿No?
Bueno, eso ahora no lo sabemos, el futuro es incierto. Terminamos este mundial con las botas puestas y ya miraremos lo que pasa. Tomé una gran nota de lo que fue este mundial para tener en cuenta esos detalles y hacer cada vez algo mejor.
¿Qué tan importante ha sido el trabajo psicológico para haberle jugado de igual a igual a rivales históricos como Uruguay y Brasil?
Yo creo que de mi parte debo darle gracias al cuerpo técnico por la oportunidad que me dieron de venir a este Mundial. Nosotros los jóvenes aprendimos mucho y nos pusimos al servicio de una selección de mayores que era difícil, por la presión. Pero con los jugadores que había y con el concepto de los técnicos yo creo que sacamos esto adelante y hoy nos vamos muy orgullosos de nuestro trabajo. Cada día tenemos una mentalidad más ganadora.
¿Qué puede decir del Mundial de James?
Es mi hermanito, desde muy pequeños venimos haciendo un proceso con el Envigado. Nunca cambia la amistad y es duro cuando ves a un hermano llorar, cuando sientes que el fútbol es nuestra pasión y por ello sientes dolor. Lo admiro mucho, es un crack como persona, como jugador y sabemos lo que viene para él y para nosotros como selección.
¿Qué es lo que más lo hizo llorar?
Yo creo que muchas veces el fútbol es injusto. En mi caso estoy joven, pero en el campo quiero hacer las cosas como todos, como el de más experiencia. Lo más duro fue ver a los hermanos llorar, saber que tuvimos para poder ganar un partido pero no pudimos. Aunque tenemos clara la conciencia de que lo dimos todo. Dios tiene para nosotros lo mejor.
¿Por primera vez hubo lágrimas en el camerino?
Siempre hay lágrimas de alegría o tristeza. Lo más duro de todo fue dejar un grupo en el que se van compañeros que te enseñaron mucho. En mi caso ver a Mario y a Faryd, que son como unos verdaderos papás para mi y me han hecho sentir importante, llorar es difícil, (se le escurren las lágrimas).
¿Qué fue lo que más dolió?
Yo no quiero entrar a hablar un tema del que no me corresponde (los árbitros). Ya perdimos, nos vamos con la cara en alto, porque son cosas exteriores que nosotros no podemos cambiar. simplemente hacer lo que nos tocaba hacer en el campo y ya.
¿Por lo mostrado en este Mundial se ilusionan con luchar por el título de la Copa América?
Para la selección se viene la Copa América que será un objetivo mayor, habrá que prepararnos muy bien para eso porque ahora al llegar hasta aquí nos tendremos que exigir más. Ya llegará el momento de planear ese evento. Ahora a descansar.
¿Ahora volverá al Porto?
Ahora, lo primero es descansar. Tendré la oportunidad de estar unos días con mi familia y ya miraré. Espero llegar a Porto y decidir lo que se vendrá en el futuro, por ahora no sabemos.