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El estratega argentino analizó por varios días la mejor manera de jugar ante un rival muy fuerte en defensa, a la espera de errores del contrario y con un contragolpe infartante.
“Conocíamos muy bien su estilo de juego debido a los múltiples torneos que ha venido disputando con jugadores experimentados”, reconoció en la rueda de prensa posterior al triunfo en Belo Horizonte, en la cual destacó que su plan táctico se basó en un principio esencial: “Teníamos que mantener la identidad de equipo, jugar con técnica y ser equilibrados a la hora de recuperar el balón”.
Otro de los secretos del triunfo, según Pékerman, consistió en el trabajo psicológico con el plantel de cara al estreno mundialista, en especial con los jugadores más jóvenes, a quienes mentalizó muy bien de su papel y trató de aplacarles sus miedos y ansiedad por medio de la seguridad del trabajo en equipo.
Por eso fue el primero en señalar los puntos flacos del primer encuentro: “Debemos aprender a superar esos momentos de desequilibrio, a tener confianza en lo que hemos preparado”.
Ese mismo método lo empleará el argentino en la preparación del próximo encuentro ante Costa de Márfil, rival del que destacó “su experiencia e induvidualidades. Es uno de los equipos más potentes de África”.