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Al final del partido en el que Águilas Doradas venció al Once Caldas 1-0 en el estadio de Itagüí, en el cierre de la novena fecha de la liga, el entrenador del equipo de Manizales, Huber Boderth y el arquero del cuadro antioqueño, Lucero Álvarez, fueron expulsados por el árbitro central Nolberto Ararat. Ambos se increparon, se insultaron y vieron la roja.
La razón del enfrentamiento entre técnico y guardameta: supuestos comentarios racistas que le hizo Álvarez al jugador Johan Carbonero. Así lo denunció Boderth en la rueda de prensa posterior al encuentro. "Todo el partido el señor Lucero Álvarez le dijo a Carbonero negro de … se la pasó insultando al pelado. Nosotros no somos indígenas, aquí no van a venir extranjeros a maltratarnos. Somos negros a mucho honor".
Álvarez, en El Alargue de Caracol, se defendió por lo sucedido. "El presidente me dijo que Bodhert me estaba denunciando por comentarios racistas, pero no es así. Él me dijo una mala palabra y se la contesté. Eso lo veo como una calentura porque venían invictos y querían mantener esa condición. Nunca dije lo que el entrenador del Caldas afirma. Ojalá que esto se aclare".
Así mismo, en redes sociales, el guardameta nuevamente explicó lo sucedido. "Triste recibir insultos por mi condición de extranjero, celebrando el triunfo con mis compañeros, en actitud hostil el técnico de Caldas ingresó a la cancha profiriéndome ofensas xenofóbicas, exigiéndome que respete, faltándome él al respeto, diciéndome extranjero hp y al responder salí expulsado", escribió.