
Gallego tuvo a Cuadrado en su casa como un hijo más.
Foto: Cortesía
Con la misma franqueza con la que les dice las cosas a sus jugadores, Nelson Gallego reconoce que como futbolista pudo haber llegado más lejos. Que quizá le faltó confianza en una época en la que los delanteros de área tenían que ser hombres espigados, fuertes en el cabezazo y de una talla que amedrentara a los defensores. Y que fueran extranjeros. Y él, pequeño, pero habilidoso, no pudo competir con ese estándar tan clavado en el pensamiento y al final tuvo que irse por las bandas.
“José Curti me vio y me dijo: ‘Perdoná, pero vos te me vas...
Por Camilo Amaya- En Twitter @CamiloGAmaya
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