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No ha pasado nada...

Colombia perdió 2-0 frente a Uruguay y aplazó su ratificación a Brasil 2014 para la próxima fecha.

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Redacción Deportiva
11 de septiembre de 2013 - 03:03 a. m.
La selección de Colombia sufrió en los últimos minutos de desconcentraciones que le costaron la derrota en el Centenario de Montevideo./ AFP
La selección de Colombia sufrió en los últimos minutos de desconcentraciones que le costaron la derrota en el Centenario de Montevideo./ AFP
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Colombia no pudo ratificar el cupo a Brasil 2014 y aplazó la celebración para el próximo mes de octubre, cuando recibirá a Chile en el estadio Metropolitano de Barranquilla. Aunque jugó un buen primer tiempo en el que hizo ver mal a Uruguay, en la parte complementaría cometió errores puntuales que lo llevaron a perder 2-0. Los charrúas todavía sueñan con el Mundial, mientras que Colombia, a pesar de la derrota, ya está prácticamente clasificada.

Desde los primeros minutos el equipo dirigido por José Pékerman salió con mucha actitud, se paró bien en su terreno de juego y no sólo se conformó con destruir los ataques uruguayos, sino que se atrevió a proponer y construir el ataque. La personalidad fue la clave de los jugadores colombianos que tuvieron la valentía de adueñarse del dominio de la pelota y poner en aprietos al actual subcampeón de América.

La defensa colombiana se comportaba a la altura a pesar de los cambios que debió efectuar el técnico argentino. La principal novedad fue en los laterales. Por el costado derecho se puso por primera vez la camiseta de la selección el paisa de Atlético Nacional Stefan Medina, quien no tuvo un buen partido. Por el costado izquierdo actuó Camilo Zúñiga, en una posición poco común en la selección, pero conocida por él, porque ahí juega habitualmente en su club, el Nápoli de Italia. Además, regresó el capitán Mario Alberto Yepes para actuar al lado de Luis Amaranto Perea. El trabajo era excelente y eso demostraba que el cuerpo técnico sabía manejar muy bien al equipo y, a pesar de que partido tras partido le ha tocado modificar la línea defensiva por las constantes suspensiones por amarilla, el que entra cumple.

Perea hacía cierres perfectos, siempre preciso en preocuparse por no darles espacios a Cavani y a Suárez, además se preocupaba por ayudarle a Medina en la marca por el costado derecho. Por su parte, Yepes también lo hacía de buena manera. Líder fuerte y tranquilo, guiaba los pasos de la línea de contención.

En la zona media el técnico cambió su módulo de 2-2 y cambió a 3-1, poniendo a Fredy Guarín junto a Carlos Sánchez y Abel Aguilar en marca, y a James Rodríguez como único enganche. En punta Radamel Falcao García y Teófilo Gutiérrez.

Guarín fue solidario en marca y también se atrevió a asociarse con los jugadores de ataque para crearle peligro al arco defendido por el arquero Fernando Muslera.

En el primer tiempo la jugada más peligrosa para Colombia llegó luego de un contragolpe que lideró precisamente el volante del Inter de Milán, Fredy Guarín, quien filtró un pase preciso a Falcao, pero éste remató desviado. 

Por su parte, Uruguay fue bien controlado y sus jugadores de ataque de renombre internacional no hacían mucho por abrir el marcador.

La necesidad era más para Uruguay que para Colombia, por eso el desespero se apoderó de los charrúas. Cuando el equipo era ordenado y parecía cómodo llegaron los momentos para olvidar. En sólo 10 minutos los uruguayos le hicieron daño a la defensa y liquidaron el partido.

El primero gol, al minuto 77, llegó luego de una desconcentración. Centró Maximiliano Pereira desde el costado derecho y por primera vez en todo el partido Luis Amaranto Perea falló en el juego aéreo, con lo que le permitió a Édinson Cavani cabecear y sorprender a David Ospina.

Esa jugada fue definitiva, ahí se desbarató el sólido andamiaje que se veía en Colombia y al minuto 81 otro error costó el 2-0. La jugada llegó desde un saque de banda por la derecha, recibió un jugador de espalda ante el tímido marcaje de Stefan Medina, centró y Camilo Zúñiga en lugar de despejar vio cómo Christian Stuani enviaba el balón al fondo de la red.

Con el marcador en contra, el técnico argentino se desesperó e intentó hacer todo lo posible para buscar que Colombia reaccionara, sin embargo, eso no sucedió y desde ahí no se generó ni una opción de gol. Los cambios no surtieron efecto y el desorden fue la vía que buscó el equipo nacional para intentar una remontada que nunca fue.

La clasificación está ahí, ya casi todo está logrado y el resultado de anoche simplemente aplaza la ratificación que seguramente se logrará en la próxima fecha en Barranquilla, cuando se reciba a la selección de Chile. Incluso en esa jornada, así no se logre el resultado, con que haya un ganador en el partido entre Ecuador y Uruguay ya nada sacaría a Colombia del Mundial.

No estar en Brasil es algo casi imposible, pues la diferencia de gol colombiana es de 13 a favor y eso será un factor fundamental en momento de empate de puntos, no obstante, estos juegos restantes deben servir para cogerse confianza. Hay jugadores que no están con ritmo y seguramente en este mes de fútbol que hay antes de la siguiente jornada de eliminatoria servirá para que se consolide el grupo. Abel Aguilar, Teófilo Gutiérrez y Juan Guillermo Cuadrado, por ejemplo, son algunos de los jugadores que no se vieron cómodos en esta doble fecha eliminatoria y seguramente en un mes podrán estar mejor.

La tabla habla sola y dice que Colombia sigue arriba, sólo Argentina, ya clasificada, la supera. El marcador fue normal porque desde 1973 la selección no ha podido ganar en Motevideo. Haciendo un balance general se puede afirmar que la selección demostró jerarquía, porque aunque el resultado no se dio, el equipo dirigido por Pékerman intentó jugar de igual a igual y por errores normales del fútbol terminó cediendo. Este tipo de derrotas son buenas para poner los pies sobre la tierra y entender que aunque el papel que se ha hecho es excelente, Colombia es una selección que está resurgiendo, mas no una potencia del fútbol.

Por Redacción Deportiva

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