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La ventaja estaba del lado de los matecañas, por jugar en condición de local y por tener dos unidades más en la clasificación.
Así pues las cosas, Bucaramanga sólo podía ganar para salvarse del descenso. Los leopardos llegaron a la decisiva fecha con 126 unidades en la clasificación del descenso, mientras que Pereira contaba con un botín de 128 puntos, los mismos de Envigado, onceno que se jugaba su pellejo en Bogotá ante Millonarios y que a la postre resultó ser el equipo que deberá pelear su permanencia en el duelo de la promoción.
Los de casa no esperaron mucho para poner a celebrar a su fanaticada. A los siete minutos de iniciado el compromiso, Juan Martín Parodi convirtió el primer tanto de la tarde, desde el punto penalti.
Por esa misma vía, Carlos Darwin Quintero se encargó de ampliar la diferencia cuando iban 68 minutos de juego. Ese tanto desató la algarabía en la tribuna y sepultó las esperanzas santandereanas.
La puntilla de la tarde la puso Leonardo Medina, quien anotó en tiempo de reposición el tercer y definitivo gol que no solamente sacó a Pereira del descenso y de la promoción, sino que además metió a los matecañas en las semifinales de la Copa Mustang II en el cuadrangular B, junto a Junior, América y Cali.
Pereira es uno de los pocos equipos que aún no tiene títulos en el fútbol colombiano, al igual que Bucaramanga. La diferencia es que los de Risaralda podrán pelear este año por su primera estrella, mientras que los de Santander volverán a la B.
Bucaramanga jugará el próximo año en la categoría de ascenso. Su reemplazo en la máxima división del fútbol colombiano aún no se ha definido, toda vez que Rionegro espera por su contrincante, que saldrá de la final que disputan Valledupar F.C. y Real Cartagena.