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Por Caneo se han acercado varios clubes e incluso han ofertado por su pase. Sin embargo, Pimentel se ha mantenido firme en su tarifa (US$ 2.5 millones) y no piensa ceder al talentoso jugador por menos.
"Yo entiendo, como futbolista que fui, que una plaza que tiene al equipo campeón, pero a la que van apenas dos mil personas, no motiva a nadie", explicó Pimentel.
A su vez recalcó que la situación financiera del club es muy preocupante y que ni siquiera la asistencia al estadio, en las jornadas de locales, alcanzan para cubrir los gastos de ese día.
"Se necesitan siete millones para cubrir los gastos de una jornada de locales, pero ni siquiera eso alcanza a dejar la taquilla. Sostener un equipo así es muy difícil", expresó el presidente del Chicó.
¿Y para la Libertadores qué?
Uno de los salvavidas que le esperaría al conjunto ajedrezado es la Copa Santander Libertadores, a la cual accedió por ser el último campeón del fútbol colombiano.
Pimentel y su gente le apostarán con todo a ese torneo, toda vez que podría ser de gran ayuda para aliviar la crisis financiera.
Es por eso que Chicó mantuvo su nómina base, con la cual salió campeón en el reciente torneo Apertura.
Lo que sí tiene claro Pimentel, es que no le importaría sacrificar a la figura del equipo, así tuviera que prescindir de ella en el certamen continental.
"Me da pena con la gente de Boyacá, pero si me llega la oferta Miguel (Caneo) se va. Aquí nadie me ha respaldado. Nos ha tocado duro. Incluso estoy esperando desde marzo un dinero de la Alcaldía de Tunja por un patrocinio, pero no nos lo han sacado", expresó el dirigente.
Lo cierto del caso es que Chicó sigue teniendo sus problemas económicos, máxime luego de que la Gobernación de Boyacá les quitara el patrocinio. Fueron cerca de dos mil millones de pesos que dejaron de ingresar a las arcas del campeón.
La última oferta que se hizo por Caneo vino de parte del Fluminense de Brasil. Pimentel dijo que ofrecieron US$ 2 millones por el pase y que ese precio no era suficiente.