"Ricardo Gareca siempre estuvo en la mira de Pablo Escobar": Popeye

América de Cali cabalgó el fútbol colombiano en la época de los años 80: fue campeón en cinco oportunidades del balompié nacional con un equipo de lujo, en el que sobresalieron nombres como los de Julio César Falcioni, Juan Manuel Battaglia, Víctor Lugo, Willington Ortíz, César Cueto, Roberto Cabañas, Ricardo Gareca, entre otros. Precisamente este último brilló en el cuadro escarlata, con el que jugó desde 1985 a 1989, años en los que marcó 57 tantos en el fútbol nacional. Fue figura y hombre clave en la consecución de los títulos de 1985 y 1986.

En esos años los narcotraficantes metieron sus narices en el fútbol. En medio de ese clima, Pablo Escobar, les declaró la guerra a los jugadores del América de Cali, que en esos momentos estaba bajo el poder de los hermanos Rodríguez Orejuela. “Tenía en cuenta a todos los jugadores de América de Cali, estábamos en guerra... La verdad es que Ricardo Gareca siempre estuvo en la mira de Pablo Escobar”, afirmó John Jairo Velásquez, más conocido como Popeye.

“Sin embargo, no llegaron a él. El amor por el fútbol del Patrón salvó la vida de Ricardo Gareca", agregó quien fue sicario del líder del Cartel de Medellín, en una charla con el diario El Popular de Perú. Sin mucho tiempo para superar las palabras, Velásquez dio más detalles: “Se contempló colocarle un coche bomba porque el Cartel de Cali le había colocado uno a la familia de Pablo. La mafia dañó mucho al fútbol colombiano”.

Eran tiempos en los que se compraban árbitros y se pagaban sumas exorbitantes por grandes jugadores de fútbol. Por lo anterior, en medio de todo ese poder con el que se quería demostrar, cuál de los carteles era más poderosos por medio del fútbol, Popeye finalizó su relato: “Escobar secuestró a jugadores de Cali para que entregaran a los Rodríguez, y como no cooperaron mataron a la familia de Pedro Enrique Sarmiento, quien actualmente es un técnico exitoso, pero no ayudó”.

Al final, Ricardo Gareca más allá de estar en la mira de Pablo Escobar, logró hacer que su nombre resonara a lo largo y ancho del territorio colombiano: ganó los títulos de 1985 y 1986, además, quedó al borde de la gloria continental. En tres ocasiones estuvo cerca de ganar la Copa Libertadores: perdió con Argentinos Juniors en 1985, con River Plate en 1986 y con Peñarol en 1987, en esta última el delantero argentino terminó goleador con siete tantos.

América de Cali cabalgó el fútbol colombiano en la época de los años 80: fue campeón en cinco oportunidades del balompié nacional con un equipo de lujo, en el que sobresalieron nombres como los de Julio César Falcioni, Juan Manuel Battaglia, Víctor Lugo, Willington Ortíz, César Cueto, Roberto Cabañas, Ricardo Gareca, entre otros. Precisamente este último brilló en el cuadro escarlata, con el que jugó desde 1985 a 1989, años en los que marcó 57 tantos en el fútbol nacional. Fue figura y hombre clave en la consecución de los títulos de 1985 y 1986.

En esos años los narcotraficantes metieron sus narices en el fútbol. En medio de ese clima, Pablo Escobar, les declaró la guerra a los jugadores del América de Cali, que en esos momentos estaba bajo el poder de los hermanos Rodríguez Orejuela. “Tenía en cuenta a todos los jugadores de América de Cali, estábamos en guerra... La verdad es que Ricardo Gareca siempre estuvo en la mira de Pablo Escobar”, afirmó John Jairo Velásquez, más conocido como Popeye.

“Sin embargo, no llegaron a él. El amor por el fútbol del Patrón salvó la vida de Ricardo Gareca", agregó quien fue sicario del líder del Cartel de Medellín, en una charla con el diario El Popular de Perú. Sin mucho tiempo para superar las palabras, Velásquez dio más detalles: “Se contempló colocarle un coche bomba porque el Cartel de Cali le había colocado uno a la familia de Pablo. La mafia dañó mucho al fútbol colombiano”.

Eran tiempos en los que se compraban árbitros y se pagaban sumas exorbitantes por grandes jugadores de fútbol. Por lo anterior, en medio de todo ese poder con el que se quería demostrar, cuál de los carteles era más poderosos por medio del fútbol, Popeye finalizó su relato: “Escobar secuestró a jugadores de Cali para que entregaran a los Rodríguez, y como no cooperaron mataron a la familia de Pedro Enrique Sarmiento, quien actualmente es un técnico exitoso, pero no ayudó”.

Al final, Ricardo Gareca más allá de estar en la mira de Pablo Escobar, logró hacer que su nombre resonara a lo largo y ancho del territorio colombiano: ganó los títulos de 1985 y 1986, además, quedó al borde de la gloria continental. En tres ocasiones estuvo cerca de ganar la Copa Libertadores: perdió con Argentinos Juniors en 1985, con River Plate en 1986 y con Peñarol en 1987, en esta última el delantero argentino terminó goleador con siete tantos.