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El Deportivo Independiente Medellín, el equipo del pueblo, fue fundado el 14 de septiembre de 1913 con el nombre de Medellín Foot Ball Club. El acta de constitución aparece firmada por Guillermo Greiffenstein, Rafael Uribe Piedrahíta, Martín del Corral y Enrique Villa Restrepo, además de José Luis Restrepo, su primer presidente, quien era un prestante escritor de obras teatrales en la capital antioqueña. El club se creó más por intereses sociales que deportivos. Sus futbolistas actuaban con los pies descalzos y provenían de sectores pobres de la ciudad, como La Asomadera.
Sin embargo, su principal gestor fue Uribe Piedrahíta, quien fue capaz de congregar a prestantes miembros de la sociedad paisa y lograr su apoyo económico o logístico en esos primeros años, de mucha actividad recreativa. Los baldíos y pastizales ubicados en lo que hoy es el centro de Medellín sirvieron como primeras canchas para el desarrollo de su fútbol y de la afición, mediante desafíos con otros equipos que también empezaban una historia similar. El primer torneo que ganó el Medellín fue la Copa Jiménez Jaramillo, en 1923. Después, por su buena organización, el Medellín fue la base de las se lecciones antioqueñas a los Campeonatos y Juegos Nacionales.
En el primer torneo oficial organizado por la Dimayor, ganado por Santa Fe en 1948, Medellín terminó en la séptima posición. Años después, en 1952, por problemas económicos el DIM tuvo su primer cese de actividades, que duro dos años. En su historia se registran varias situaciones en que el equipo no participó en los campeonatos, siempre por falta de presupuesto. Para 1955, y tras superar la crisis económica, el equipo se coronó campeón anticipado de la liga colombiana, al alcanzar 44 de 54 puntos posibles. Dos años después, en 1957, con el argentino José Vicente Grecco como goleador y Jaime "Manco" Gutiérrez, segundo en la tabla de artilleros, alcanzó la segunda estrella.
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Después de unas largas cuatro décadas, en las que incluso tuvo un paso por Barrancabermeja, para convertirse por un año en el Oro Negro de dicha ciudad, el equipo logró la tercera estrella en 2002, con Víctor Luna como entrenador y un plantel liderado por Luis Amaranto Perea, Ricardo Calle, Roberto Carlos Cortés, John Javier Restrepo y Mauricio Molina. Ellos acabaron con la sequía y les mostraron el camino del éxito a los futuros ídolos que, en 2004, consiguieron una significativa corona privando del título a Atlético Nacional, el rival de patio, con la táctica de Pedro Sarmiento y el talento de David González en el arco, Néider Morantes, Rafael Castillo y Jorge Horacio Serna, entre otros.
Ganar ya no era una utopía para el Poderoso. Por esa energía contagiosa fue que apareció otra generación exitosa liderada por su exjugador Leonel Álvarez, quien armó un grupo tan competitivo que imitó los altos porcentajes del rendimiento del equipo del 55 y otra vez liderado por “Choronta” Restrepo, Aldo Bobadilla, Felipe Pardo y Jackson Martínez, le puso en 2009 la quinta estrella al escudo.
Tras caer en tres finales más, en 2012 contra Millonarios, en 2014 ante Santa Fe y en 2015 con el Cali, llegó una nueva corona, en 2016, otra vez bajo las órdenes de Leonel Álvarez. En el semestre Medellín sumó 50 puntos en 26 partidos, producto de 14 victorias, ocho empates y solamente cuatro derrotas, con 42 goles a favor y 23 en contra. Le sacó siete puntos a Nacional y Júnior, sus escoltas en en la tabla.
Hace apenas semana y media, el Medellín 2019 se convirtió por en campeón de la Copa Colombia, un torneo que en su nueva etapa, desde 2008, reúne a los equipos de primera y segunda división del fútbol colombiano. Había ganado una versión extraordinaria de ese torneo, por allá en de 1981, aunque pocos lo recuerdan y le dan importancia, porque no se consolidó.
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Este año, ocho partidos le bastaron al poderoso para levantar el trofeo que ganaron previamente Equidad, Santa Fe, Cali, Millonarios, Nacional, Tolima y Júnior. Ganó seis juegos y empató dos. Anotó 17 goles y recibió 11. Tuvo como figuras al arquero David González, el futbolista más ganador en la historia del poderoso, además del goleador Germán Ezequiel Cano, el defensa Andrés Cadavid y el volante Andrés Ricaurte.
Son entonces, seis títulos de liga y dos de Copa, el palmarés de un equipo tradicional e histórico del balompié criollo, uno por el que han pasado grandes futbolistas y entrenadores, pero en el que el sello distintivo ha sido siempre su hinchada, incondicional y sufrida durante muchos años, pero también ganadora y exigente. Como dice la canción insignia de la institución, escrita por Alfredo Gutiérrez: “Grita el pueblo clamoroso, viva el DIM el poderoso…., azul y rojo hasta el fin, la gente está con el DIM…”.