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Si se reza y se peca, eso es Equidad

El equipo de la capital había sido humillado en su casa por el Deportivo Pasto, pero en la cuarta jornada encontró la reivindicación con una soberbia actuación y, a la postre, triunfo (2 -3) en Cali.

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El Espectador
22 de febrero de 2009 - 07:53 p. m.
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Stalin Motta (m.51) y Wilson Carpintero, en dos ocasiones (m. 85 y m. 87), se pusieron el traje de redentores para sacar al equipo asegurador de las tinieblas en las que por momentos se vio a lo largo de los 90 minutos, especialmente, en la parte final.

La noche empezó a caer sobre la ciudad de Cali y parecía entonces que se le venía la oscuridad al equipo capitalino. Roberto Polo, su delantero de mayor referencia, fue expulsado a segundos de que terminara el primer tiempo, en el cual los locales no hicieron nada por inquietar al portero de la visita, Álvaro Solís.

La noche empezó a caer sobre la ciudad de Cali y se le vino la oscuridad al equipo capitalino. Primero le anularon un gol legítimo al mejor hombre en la cancha, Stalin Motta. Pese a tener el dominio del primer tiempo, el gol no llegó, y en cambio sí una expulsión a Roberto Polo, su delantero de mayor referencia, justo a segundos del pitazo que los mandó a las duchas.

Pero en el arranque del segundo tiempo cambiarían las cosas. A sólo cuatro minutos de reanudado el juego, Cali, que antes tenía un hombre más, ahora tenía uno menos. Pablo Batalla y Pablo Escobar salieron tras ver la tarjeta roja.

Y Equidad sí que aprovechó ese hombre de más. Sólo pasaron 120 segundos, tras quedar en superioridad numérica en la cancha, y Stalin Motta capitalizó un centro para mandar esta vez hasta el fondo de la red el balón y evitar así que se lo anularan nuevamente.

Como era de esperarse, Cali buscó la paridad por todos lados y necesitó de nueve minutos para lograrla, pero más por error del contrario que por virtud propia.

Sergio Herrera cobró un error de Román Torres, quien no alcanzó a despejar un centro a media altura, y el de Barrancabermeja puso la igualdad en el marcador.

Se convirtió entonces en un juego trabado y muy disputado, pero siempre con más llegadas riesgosas para la visita.

Estaba escrito entonces que Equidad daría una muestra contundente de lo que significa no bajar los brazos, pese a las adversidades.

A diez minutos del final Víctor Giraldo también salió expulsado por cometer una falta al borde del área, pero poco le sirvió al defensa asegurador cortar ese avance caleño, toda vez que Jamell Ramos cobró el tiro libre magistralmente para mandar el balón por encima de la barrera y ponerlo en un ángulo imposible para Solís.

No hubo reproches, nadie peleó, pero sí hubo reacción. Equidad aprovechó con creces los últimos nueve minutos del partido, y quien mejor que su goleador del momento, ‘El Pájaro' Carpintero, para liderar la redención.

En el 86 sacó un potente remate, de más de 20 metros y puso de nuevo la paridad en el marcador, pero no conforme con eso, dos minutos más tarde finalizó una jugada colectiva en las redes azucareras.

Alegría, por la reivindicación, fue el gesto que más brilló en cada rostro asegurador. Además, el resultado dejó al equipo capitalino como el único escolta del líder, Boyacá Chicó.

Equidad llegó a ocho puntos del Apertura, y así recuperó lo perdido hace cuatro días en su casa, en donde recibirá la próxima jornada a Real Cartagena.

Deportivo Cali, en cambio, tendrá la siguiente semana no sólo para analizar los errores ante Equidad, sino para preparar el clásico caleño ante el América de Cali, equipo que también llegará con una derrota a cuestas.

Por El Espectador

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