Sigue el pulso laboral en el fútbol colombiano

Aunque el miércoles pasado la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) tenía el aval de la mayoría de sus afiliados para que el paro en el fútbol nacional fuera un hecho, la iniciativa de poner un alto a las competencias fue perdiendo fuerza en las últimas horas, sobre todo porque gran parte de los clubes apelaron a sus estatutos laborales y a poner en marcha las sanciones si había incumplimiento en los contratos, en otras palabras, si los jugadores no se presentaban a los respectivos compromisos deportivos. De hecho, Acolfutpro sacó ayer un comunicado en el que expresa que existían presiones por parte de dirigentes, amenazas y vetos en caso de seguir adelante con la idea de la huelga.

“Es necesario señalar que algunos directivos deslegitiman la autoridad del Ministerio del Trabajo sobre asuntos laborales, desconociendo que la legislación laboral protege los derechos de asociación y negociación, tildando de irresponsables a las y los futbolistas que lleven a cabo el cese de actividades”, dice un aparte del texto que dio a conocer esta agremiación.

Este mismo dirigente está de acuerdo con la solicitud de modificar los calendarios de las competencias, períodos de descansos y recuperación, pero reitera que eso va más allá de un solo club y que se tiene que dar la discusión en las asambleas correspondientes de los asociados a la Dimayor. Otro presidente consultado fue más allá, y tocó un punto clave y que para él se cae de su propio peso (participación de los jugadores sobre derechos de televisión). “Es con esos recursos que pagamos los salarios de nuestros futbolistas y los premios por objetivos cumplidos. Si ellos quieren tener injerencia estaríamos obligados a bajar sus sueldos y demás rubros”.

Le puede interesar: ¿Cuáles son las peticiones de los futbolistas asociados?

En cuanto a las obligaciones contractuales y legales, como es el tema de la salud (pólizas complementarias), los equipos más grandes del país cumplen con este requisito, por lo que una generalización no es correcta, asevera otro presidente. Eso sí, no desconoce que instituciones más pequeñas estén incumpliendo y no brinden las garantías mínimas en el alto rendimiento. “En mi caso, dialogamos con los capitanes del equipo y están a gusto con sus condiciones laborales. Lo que nos dicen es que apoyan al gremio porque saben que hay compañeros, de otros clubes, que no tienen el mismo amparo”.

Enrique Camacho, presidente de Millonarios, quien estuvo con Carlos González Puche, cabeza de Acolfutpro, para oír las explicaciones a las pretensiones de los jugadores (en esa reunión también estuvieron Eduardo Méndez, presidente de Santa Fe, y Gabriel Camargo, máximo dirigente de Tolima), explicó respecto a los 12 puntos en discusión que “son peticiones generalizadas. Uno se sienta y trata de buscar soluciones, pero se encuentra con exigencias que no están documentadas. Creo que es una lista de intereses sin anexos y eso le quita fuerza”.

Por su parte, Eduardo Méndez asegura que él responde por su empresa y que a la fecha todos sus empleados están conformes con lo que se les da. “Los jugadores no me han manifestado que se esté cometiendo ninguna irregularidad. Acá se les cumple a todos, y por eso hasta donde tengo entendido ninguno va a parar. Creo que la agremiación está pidiendo cosas que se salen de nuestras manos”.

La fecha del fin de semana por ahora se jugará y el paro que parecía inminente no va a prosperar a corto plazo. Eso sí, el punto a favor para Acolfutpro fue la intervención del Ministerio de Trabajo, que convocó a una reunión el próximo lunes a las 10 de la mañana para oír los puntos de los diferentes actores (Acolfutpro, Federación Colombiana de Fútbol y Dimayor) ante el silencio de los entes que rigen el fútbol en Colombia.

Aunque el miércoles pasado la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) tenía el aval de la mayoría de sus afiliados para que el paro en el fútbol nacional fuera un hecho, la iniciativa de poner un alto a las competencias fue perdiendo fuerza en las últimas horas, sobre todo porque gran parte de los clubes apelaron a sus estatutos laborales y a poner en marcha las sanciones si había incumplimiento en los contratos, en otras palabras, si los jugadores no se presentaban a los respectivos compromisos deportivos. De hecho, Acolfutpro sacó ayer un comunicado en el que expresa que existían presiones por parte de dirigentes, amenazas y vetos en caso de seguir adelante con la idea de la huelga.

“Es necesario señalar que algunos directivos deslegitiman la autoridad del Ministerio del Trabajo sobre asuntos laborales, desconociendo que la legislación laboral protege los derechos de asociación y negociación, tildando de irresponsables a las y los futbolistas que lleven a cabo el cese de actividades”, dice un aparte del texto que dio a conocer esta agremiación.

Este mismo dirigente está de acuerdo con la solicitud de modificar los calendarios de las competencias, períodos de descansos y recuperación, pero reitera que eso va más allá de un solo club y que se tiene que dar la discusión en las asambleas correspondientes de los asociados a la Dimayor. Otro presidente consultado fue más allá, y tocó un punto clave y que para él se cae de su propio peso (participación de los jugadores sobre derechos de televisión). “Es con esos recursos que pagamos los salarios de nuestros futbolistas y los premios por objetivos cumplidos. Si ellos quieren tener injerencia estaríamos obligados a bajar sus sueldos y demás rubros”.

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En cuanto a las obligaciones contractuales y legales, como es el tema de la salud (pólizas complementarias), los equipos más grandes del país cumplen con este requisito, por lo que una generalización no es correcta, asevera otro presidente. Eso sí, no desconoce que instituciones más pequeñas estén incumpliendo y no brinden las garantías mínimas en el alto rendimiento. “En mi caso, dialogamos con los capitanes del equipo y están a gusto con sus condiciones laborales. Lo que nos dicen es que apoyan al gremio porque saben que hay compañeros, de otros clubes, que no tienen el mismo amparo”.

Enrique Camacho, presidente de Millonarios, quien estuvo con Carlos González Puche, cabeza de Acolfutpro, para oír las explicaciones a las pretensiones de los jugadores (en esa reunión también estuvieron Eduardo Méndez, presidente de Santa Fe, y Gabriel Camargo, máximo dirigente de Tolima), explicó respecto a los 12 puntos en discusión que “son peticiones generalizadas. Uno se sienta y trata de buscar soluciones, pero se encuentra con exigencias que no están documentadas. Creo que es una lista de intereses sin anexos y eso le quita fuerza”.

Por su parte, Eduardo Méndez asegura que él responde por su empresa y que a la fecha todos sus empleados están conformes con lo que se les da. “Los jugadores no me han manifestado que se esté cometiendo ninguna irregularidad. Acá se les cumple a todos, y por eso hasta donde tengo entendido ninguno va a parar. Creo que la agremiación está pidiendo cosas que se salen de nuestras manos”.

La fecha del fin de semana por ahora se jugará y el paro que parecía inminente no va a prosperar a corto plazo. Eso sí, el punto a favor para Acolfutpro fue la intervención del Ministerio de Trabajo, que convocó a una reunión el próximo lunes a las 10 de la mañana para oír los puntos de los diferentes actores (Acolfutpro, Federación Colombiana de Fútbol y Dimayor) ante el silencio de los entes que rigen el fútbol en Colombia.