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Llama la atención que los 23 equipos que disputan la Liga Femenina sean dirigidos por hombres y que sólo una mujer haga parte de un cuerpo técnico. Se trata de la bogotana Sandra Salamanca, asistente técnica de Equidad Seguros, quien lleva cinco años en el cuadro asegurador, de los cuales en los últimos seis meses ha estado a cargo del plantel femenino haciendo también las veces de entrenadora interina.
Sandra es una de las muchas mujeres que quieren abrirse espacio en un deporte marcado por el machismo. Lo dice sin titubeos: considera que lo más difícil de ser entrenadora es enfrentarse a los estereotipos. “Es una falla de nosotras mismas que no nos tengan en cuenta porque no creemos en nuestras capacidades y condiciones. Es un mundo que tiene muchos obstáculos y a veces preferimos dar el paso al costado que seguir enfrentándolos”, señaló Sandra, quien cree que la mejor recompensa a su trabajo es el cariño de sus alumnos.
En sus venas siempre ha corrido el amor por el fútbol. Víctor, su padre, le inculcó esta pasión. Cuando entró a la adolescencia vio este deporte con otros ojos. Comenzó a asistir al estadio y pensó en ser entrenadora. Desde el inicio sabía que el camino no iba a ser fácil, pero estaba segura de lo que quería. Su cómplice fue su profesor de educación física del colegio: Jaime Erley Godoy, quien reforzó su anhelo por seguir este camino.
Luego de graduarse como licenciada en Educación Física en la Universidad de Cundinamarca entró a trabajar a la escuela de formación infantil de Millonarios. Después pasó por Santa Fe, aunque hizo un alto en el camino cuando nació su hija, Danna Sofía, a quien describe como el amor de su vida.
Desde hace cinco años pasó a ser parte de Equidad Seguros. Gracias a su trabajo y disciplina consiguió en agosto pasado un cupo en el plantel femenino.“Manejar mujeres no es fácil, pero es gratificante. He encontrado excelentes seres humanos y esto es un aprendizaje todos los días porque se debe saber manejar temperamentos”, afirmó Sandra a El Espectador.
En los entrenamientos de las aseguradoras resalta no por su estatura, que es de 1,68 c.m, sino por su pasión en todo lo que hace. Siempre está en pantaloneta y en chaqueta impermeable. Llaman la atención los dos tatuajes que tiene en su pierna izquierda. El del muslo tiene grabadas las huellas de los pies de su pequeña hija, mientras que en el gemelo tiene un balón. Ambos exponen sus dos grandes amores.
Todos los días trabaja de la mano del técnico Luis Guillermo Rivera para cumplir el objetivo de 2018. “Queremos hacer un papel totalmente diferente. La Federación nos da la posibilidad de fortalecernos y de mejorar, no podemos desperdiciar la oportunidad. El gran reto es demostrar las condiciones y dejar huella en el fútbol femenino”, resalta Sandra, quien hasta el momento registra dos victorias en dos salidas de Liga Águila Femenina.