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Las crónicas de esta campaña de Independiente Santa Fe tienen muchas cosas malas en común. Que no genera fútbol, que no hay juego asociado, que falta juego colectivo, que el único cartucho es la pelota quieta, en fin. Y solo tiene una positiva habitual: Facundo Guichón, un uruguayo de 27 años que siempre ha respondido. Y lo hizo en el triunfo 1-0 frente al Atlético Huila en Neiva.
El charrúa es lo más diferente y desequilibrante que tiene el equipo cardenal en su plantilla. Es el que tiene claridad en el último cuarto de cancha y el hombre de las asistencias. Este sábado, por fin Guillermo Sanguinetti le dio el voto de la confianza desde el arranque luego de ser siempre el cambio revulsivo de los segundos tiempos.
Guichón le mandó un buen centro a Wilson Morelo para que de cabeza festejara el único tanto del compromiso frente a un equipo que completó 16 jornadas sin conocer la victoria y que apenas suma dos puntos en las nueve fechas de la Liga Águila.
Faltó mencionar otro de los puntos negativos recurrentes: sufrir. Los cardenales no cerraron el partido y acabaron con nueve jugadores luego de las infantiles expulsiones de Arley Rodríguez (59') y Baldomero Perlaza (90').
A pesar de que siguen sin convencer, los resultados empiezan a dar respiro. Un ecosistema más apto para mejorar y trabajar, pues Santa Fe cosechó su segunda victoria al hilo y ya tiene 14 puntos, ya en la órbita de los ocho mejores.
Néstor Craviotto se vio conmovido en rueda de prensa por la delicada situación del Huila y confesó que dar un paso al costado es una de las posibilidades. Mantuvo la calma ante una sugerencia de un periodista que le pedía la renuncia.