Santa Fe venció a Millonarios y puso un pie en los cuadrangulares semifinales

El equipo cardenal pasó por encima del embajador, le ganó 4-2 en El Campín y lo dejó en la cuerda floja a falta de una jornada, pues ya no depende de sí mismo para meterse en el grupo de los ocho.

Redacción deportes
24 de octubre de 2019 - 03:09 a. m.
El cuadro cardenal festeja el segundo tanto de Balanta. / Foto: Mauricio Alvarado
El cuadro cardenal festeja el segundo tanto de Balanta. / Foto: Mauricio Alvarado

Millonarios fue muy sumiso, o por lo menos así lo hizo ver un Santa Fe organizado, con un Maicol Balanta inspirado y con Fabián Sambueza jugando muy claro. El equipo cardenal se impuso 4-2 , puso un pie en los cuadrangulares semifinales y de paso aumentó la crisis del rival de siempre que llegó a seis encuentros sin conocer la victoria (un punto de 18 posibles)

Lo erróneo que estuvo el conjunto embajador fue directamente proporcional a la efectividad de Santa Fe, es decir, mientra que de un lado todo fueron equivocaciones, del otro sirvió el esquema y apareció la efectividad. El club rojo apeló a una practicidad elegante y tomó provecho de un onceno desorganizado, que caminó gran parte del duelo y que ahora no solo deberá vencer a Águilas en la última fecha sino esperar otros resultados para soñar con algo que antes se veía como una realidad: estar en el grupo de los ocho.

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Balanta comenzó todo con un zapatazo que dejó inmóvil a Wuilker Fariñez para el 1-0. Millonarios empató en una jugada enredada que terminó con el invicto de Leandro Castellanos, cuando Sebastián Salazar no pudo frenar la marcha y la metió en su propio arco. Todo eso pasó en un minuto.

Sin embargo, la suerte de los dirigidos por Jorge Luis Pinto, que lucieron desorganizados y faltos de ganas en la cancha, terminó en el 35’ cuando Sambueza, con una impecable habilitación, dejó a Balanta en línea para que de cabeza pusiera  el 2-1 parcial y otra vez silencio en El Campín.

Ya después llegó el tercero, una cortesía de Balanta con Sambueza que la puso al palo más lejano de Fariñez y a Millonarios le volvieron a marcar, de local, tres goles en la primera parte luego de 37 años. Y algunas personas dejaron el escenario y en el entretiempo un sector de la barra azul tuvo altercados con la policía en una  muestra de la frustración que generó lo mal que jugó el local.

En la segunda parte, Balanta siguió con la claridad y dejó a dos rivales en el área para darle la pelota a Jhon Velázquez, que puso el 4-1 on un remate certero. Y todo fue silencio, bueno, con una pequeña algarabía en la zona norte de la tribuna de oriental. La goleada, que no terminó siendo goleada por el decoroso descuento de José Ortíz al 62’ para el 4-2 final fue una nueva muestra de lo mal que juega Millonarios, del alboroto que tiene en sus líneas Jorge Luis Pinto, de lo que caminan sus jugadores.

En cambio, en Santa Fe, Harold Rivera parece haber encaminado a un grupo que con solo pararse en el terreno de juego demuestra solidez, que con solo tocar el balón ya genera empatía y que sigue en un camino ascendente que lo dejó a un punto de clasificar (tiene 31 unidades y una diferecia de gol de +10).

Este miércoles volvió a la mente el pasado siete de septiembre, cuando Santa Fe venció a Millonarios en el primer clásico del semestre (estaba 14 puntos por debajo) y comenzó una recuperación que ahora se llama reivindicación, que tiene al cardenal en lo más alto de la tabla viendo cómo los embajadores se hunden sin encontrar un salvavidas.

Por Redacción deportes

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