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En el Atanasio Girardot, todo parecía cuesta arriba. Santa Fe llegaba a la vuelta de la final con el peso del 0-0 en Bogotá y la presión de tener que ser campeón fuera de casa. Peor aún: al minuto 17, Francisco Fydriszewski puso en ventaja al DIM tras una recuperación y una contra letal. Sin embargo, el león, el del tramo final de la liga colombiana, no se achicó. Empató a la media hora con un gol de Harold Santiago Mosquera, y en el segundo tiempo, cuando Medellín apretaba, apareció el alma del equipo. Hugo Rodallega, que estaba cojeando y había pedido el cambio, entró al área, cazó un centro de Edward López y definió como goleador. Así se firmó el 2-1 definitivo.
El tanto, tan doloroso como simbólico, coronó una campaña impensada. Rodallega, de 38 años, no solo fue el goleador del torneo con 16 tantos, sino también su mejor jugador.
Mire: Rodallega, para no olvidar nunca: el gol que metió lesionado para el título, video
Unos días atrás, tras eliminar a Millonarios en la anterior instancia, el delantero ya había dejado claro el sentir del grupo: “Nadie daba un peso por nosotros. Hicimos silencio, nos cubrimos y lo demostramos aquí. El fútbol premia al que hace mejor las cosas”.
Santa Fe: el tapado de la final
Nadie se atrevía a poner a Santa Fe como favorito. El DIM llegaba con un paso casi perfecto y había eliminado a América, el líder de la fase regular. Los bogotanos, en cambio, venían de superar un grupo bravísimo, con Nacional y Millonarios, pero no inspiraban plena confianza.
Antes de los cuadrangulares, de hecho, pocos creían. La goleada 6-1 que les propinó Alianza en la última fecha del todos contra todos parecía ser una señal del derrumbe. Ese resultado, escandaloso, fue solo una de las grietas del semestre. Santa Fe terminó sexto en la tabla, pero con más preguntas que respuestas.
Había tenido tres entrenadores en cinco meses: Pablo Peirano, que llevó al equipo a la final del primer semestre el año pasado, fue despedido tras la dolorosa eliminación de Copa Libertadores. Luego llegó Francisco López, interino, quien estabilizó el barco y lo dejó listo para competir. Ahí se recuperó un poco el camino y se empezó a pensar que Santa Fe tenía para llegar a las finales.
Jorge Bava, el último eslabón de la estrella
En medio de las dudas, Santa Fe apostó por Jorge Bava. El uruguayo, que ya conocía el fútbol colombiano de su tiempo como arquero, fue resistido desde el primer día. Incluso antes del 6-1 contra Alianza, muchos pedían su salida. No obstante, la dirigencia lo sostuvo, y esa confianza cambió el destino del semestre.
Los cuadrangulares arrancaron con una derrota ante Millonarios en el clásico. Parecía el final. Sin embargo, de visitante, el equipo renació: le ganó a Nacional y a Once Caldas, y luego venció a Millonarios en El Campín para sellar la clasificación.
Ese día, Santa Fe volvió a creer. Bava ya había consolidado un estilo: presión media, transiciones veloces y un equipo solidario. Era el germen de un campeón.
¡𝑺𝑶𝑴𝑶𝑺 𝑪𝑨𝑴𝑷𝑬𝑶𝑵𝑬𝑺!
— Independiente Santa Fe (@SantaFe) June 30, 2025
¡Que la décima ⭐️ esté contigo!
𝐕𝐀𝐌𝐎𝐒 𝐒𝐀𝐍𝐓𝐀 𝐅𝐄 🇮🇩 pic.twitter.com/6AIiszQcPz
Un equipo con garra, fe y corazón
Aunque el protagonismo mediático lo acaparó Rodallega, el equipo entero tuvo niveles sobresalientes. Andrés Mosquera Marmolejo fue el mejor arquero del torneo: sus atajadas en los últimos minutos de la final fueron claves. Daniel Torres, emblema del club, aportó liderazgo. Omar Fernández Frasica fue crucial en el engranaje ofensivo y Harold Santiago Mosquera apareció en momentos importantes.
Contra Medellín, todos rindieron. En la segunda mitad del campeonato, Santa Fe fue un equipo solidario, resiliente y con carácter. Ganó tres veces como visitante en cuadrangulares y cerró el torneo con una actuación brillante en la final. No fue un campeón sorpresivo: fue un campeón justo.
En el minuto 90+10, cuando sonó el pitazo final, Santa Fe bordó la estrella número diez en su escudo. Nadie lo veía venir. Pero lo construyeron en silencio, paso a paso, con fe y coraje. Y hoy, el león ruge más fuerte que nunca.
Así quedó el palmarés de la liga colombiana
Con esta nueva consagración, Santa Fe se posiciona en el cuarto lugar del ranking histórico, solo por detrás de Atlético Nacional (18 títulos), Millonarios (16) y América de Cali (15).
Es, además, el equipo bogotano con más títulos de liga en la última década, sumando cuatro desde 2012 y demostrando una vigencia notable a pesar de los altibajos institucionales que ha enfrentado. La décima estrella llega nueve años después de la obtenida en 2016-II, y marca el regreso del club a lo más alto del fútbol colombiano.
La campaña también representa un hito individual para Hugo Rodallega, quien fue clave en el título y se consolidó como máximo goleador del torneo. Su actuación en la final, jugando lesionado y marcando el gol decisivo, lo eleva al estatus de ídolo cardenal.
También se destaca el trabajo del técnico Jorge Bava, quien en apenas tres meses al mando logró devolverle a Santa Fe el protagonismo y el espíritu competitivo que lo ha caracterizado históricamente.
Con este triunfo, Santa Fe no solo agranda su historia, sino que vuelve a proyectarse a nivel internacional, asegurando su participación en la próxima Copa Libertadores.
¿Cómo ha avanzado el palmarés en la historia?
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