Gustavo Costas: Vamos por el campeonato

Diluvia en Almagro, cuna porteña del boxeo. Sobre el tinglado del complejo deportivo de la calle Boedo, un concierto de gotas musicaliza la tarde gris. En la cancha de césped sintético, unos pibes corren detrás de la pelota. Y en el bar, Camilo ofrece un café expreso. Es hincha de Atlético Nacional, pero le pide una foto a Gustavo Adolfo Costas, el nuevo técnico de Santa Fe. Las fotos de su pasado como futbolista y los banderines celestes y blancos forman parte de la decoración del predio que lleva su nombre y que administra Fabio, su hermano. “Ojo, que el Independiente que voy a dirigir es de Colombia, no de Avellaneda”, aclara para no herir la susceptibilidad de esos hinchas que lo adoran, muy a pesar de verlo vestido de rojo. Y posa con la camiseta cardenal para El Espectador a 24 horas de su presentación en Bogotá. 

¿Le dijeron que Santa Fe es el Racing de Colombia?
Sí, me lo han dicho todos. Sé que hay muchas similitudes entre los dos equipos. Hacía muchos años que no salía campeón. A Racing le costó 35 años, a Santa Fe, 37. Es un club sufrido. Para mí, mejor, porque que me voy a poder sentir identificado. 

Se dio muy rápido todo.
Sí. Me llamó el presidente. Hablamos dos veces, arreglamos lo económico y el jueves viajo. 

¿No dudó ni un segundo?
No. Porque a mí me gusta hablar primero con el presidente y ponerme de acuerdo en la parte futbolística. Analizo los jugadores que tengo y acepto el desafío. César Pastrana me pareció una persona seria, nos entendimos bien. 

Conoce a Wílder Medina. ¿Cómo lo ve?
A Wílder lo tuve muy poco tiempo en el Barcelona de Ecuador. Llegó en la sexta fecha, hacía 15 días que no se entrenaba, no estaba al cien por ciento. 

Llega a un equipo que ya está hecho.
Hay que saber manejarse, a veces toca llegar a un equipo que no armaste . Pero no creo que sea problema. Lo importante es que Santa Fe tiene buenos jugadores. 

¿Qué referencias tiene de Omar Pérez?
Las mejores. Es un jugador que siempre quisimos llevar. En 2005, cuando dirigía Cerro Porteño, intentamos incorporarlo. Cuando llegué a Alianza Lima, también. Pero Santa Fe no lo quiso largar. Sabemos qué clase de jugador es. Maneja el equipo, el vestuario, es un gran futbolista. 

¿Y cómo va a jugar Santa Fe?
Primero, tengo que ver el plantel y las características de los jugadores. Puede ser 4-3-1-2 o 4-4-2, depende el partido y hay que ver, por supuesto, cómo funciona el equipo en las primeras fechas. 

¿Va a apostar a los dos frentes, la Liga Postobón y la Copa Colombia?
Vamos a ir por el campeonato. Hay que ir despacio. Después, iremos viendo. 

¿Es consciente de que le van a pedir el título de entrada?
Y a mí me gusta el desafío. Lo que más me motiva son este tipo de equipos. La presión me la pongo yo.

Diluvia en Almagro, cuna porteña del boxeo. Sobre el tinglado del complejo deportivo de la calle Boedo, un concierto de gotas musicaliza la tarde gris. En la cancha de césped sintético, unos pibes corren detrás de la pelota. Y en el bar, Camilo ofrece un café expreso. Es hincha de Atlético Nacional, pero le pide una foto a Gustavo Adolfo Costas, el nuevo técnico de Santa Fe. Las fotos de su pasado como futbolista y los banderines celestes y blancos forman parte de la decoración del predio que lleva su nombre y que administra Fabio, su hermano. “Ojo, que el Independiente que voy a dirigir es de Colombia, no de Avellaneda”, aclara para no herir la susceptibilidad de esos hinchas que lo adoran, muy a pesar de verlo vestido de rojo. Y posa con la camiseta cardenal para El Espectador a 24 horas de su presentación en Bogotá. 

¿Le dijeron que Santa Fe es el Racing de Colombia?
Sí, me lo han dicho todos. Sé que hay muchas similitudes entre los dos equipos. Hacía muchos años que no salía campeón. A Racing le costó 35 años, a Santa Fe, 37. Es un club sufrido. Para mí, mejor, porque que me voy a poder sentir identificado. 

Se dio muy rápido todo.
Sí. Me llamó el presidente. Hablamos dos veces, arreglamos lo económico y el jueves viajo. 

¿No dudó ni un segundo?
No. Porque a mí me gusta hablar primero con el presidente y ponerme de acuerdo en la parte futbolística. Analizo los jugadores que tengo y acepto el desafío. César Pastrana me pareció una persona seria, nos entendimos bien. 

Conoce a Wílder Medina. ¿Cómo lo ve?
A Wílder lo tuve muy poco tiempo en el Barcelona de Ecuador. Llegó en la sexta fecha, hacía 15 días que no se entrenaba, no estaba al cien por ciento. 

Llega a un equipo que ya está hecho.
Hay que saber manejarse, a veces toca llegar a un equipo que no armaste . Pero no creo que sea problema. Lo importante es que Santa Fe tiene buenos jugadores. 

¿Qué referencias tiene de Omar Pérez?
Las mejores. Es un jugador que siempre quisimos llevar. En 2005, cuando dirigía Cerro Porteño, intentamos incorporarlo. Cuando llegué a Alianza Lima, también. Pero Santa Fe no lo quiso largar. Sabemos qué clase de jugador es. Maneja el equipo, el vestuario, es un gran futbolista. 

¿Y cómo va a jugar Santa Fe?
Primero, tengo que ver el plantel y las características de los jugadores. Puede ser 4-3-1-2 o 4-4-2, depende el partido y hay que ver, por supuesto, cómo funciona el equipo en las primeras fechas. 

¿Va a apostar a los dos frentes, la Liga Postobón y la Copa Colombia?
Vamos a ir por el campeonato. Hay que ir despacio. Después, iremos viendo. 

¿Es consciente de que le van a pedir el título de entrada?
Y a mí me gusta el desafío. Lo que más me motiva son este tipo de equipos. La presión me la pongo yo.