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Brioso, con hambre de triunfo, como si todavía no supiese lo que es ganar en El Campín. Así salió Santa Fe la noche del sábado para enfrentar al hasta entonces líder de la Liga, un Atlético Huila que llegó con todos los pergaminos a Bogotá, pero que salió con más pena que gloria de la capital del país.
De hecho Santa Fe ni siquiera esperó a que Huila se acomodara en el campo de juego y ya tenía al portero Luis Estacio en busca de varios balones para sacar de portería.
Es cierto que los ‘opitas’ tuvieron la mejor opción en el arranque del partido (m. 9), pero Camilo Vargas solventó con éxito el único mano a mano que tuvo en el partido para que dicha jugada fuese un simple registro más del partido.
Quien nada pudo hacer fue Estacio, cuando Julián Quiñones habilitó de cabeza a Diego Cabrera, para que el boliviano de potente remate inflara las redes del costado sur del Nemesio e iniciara la faena que a la postre lo convirtió en el mejor jugador de la noche.
La reacción del líder quedó en veremos. Huila no aceleró y Santa Fe mantuvo el dominio del partido hasta que el cronómetro decretó el final del primer tiempo, pero siempre bajo la batuta del 'director de orquesta', Omar Pérez.
En el arranque del complemento los roles cambiaron. Fue el Huila el que salió como una tromba a buscar la igualdad, pero se encontró con una impecable defensa liderada por Quiñones y con un Daniel Torres impasable, cuando quiso, en la mitad del campo.
Había ideas ofensivas en Huila, pero pobres y todas fueron desactivadas con precisión en Santa Fe para evitar cualquier riesgo en los predios de Vargas.
Luego de volver al otrora líder en un manso rival, Santa Fe inició su fiesta de goles del segundo tiempo con participación del boliviano en dos de ellos. El equipo 'cardenal' sólo necesitó de 12 minutos para anotar tres goles y hacer ver al Huila como el 'equipo chico y sin títulos' que es en el balompié local.
Primero fue Óscar Rodas (m. 68) el que aprovechó un balón que le dejó servido Copete en el borde del área chica. El boliviano anotó uno más (m. 71) antes de ser sustituido, esta vez de cabeza y Edwin Cardona llegó desde el banco para dar cifras concretas al marcador con un Huila ya ‘jugado y entregado’.
El triunfo permitió a los cerca de ocho mil hinchas en las graderías deleitarse con su equipo y corear el ¡ole! a placer, toda vez que razones tienen de sobra. Santa Fe no conoce la derrota desde hace nueve jornadas.