Santa Fe sufrió, pero ganó

Una noche de suerte. Esa sería la definición ideal para describir lo que le sucedió el miércoles en el estadio El Campín al equipo capitalino.

Después del gol, a Santa Fe pocas propuestas ofensivas le salieron bien, pero en compensación supo defender con 'uñas y dientes' la arremetida escarlata.

Agustín Julio fue el que empezó a sacar la cara por los albirrojos, y luego fue el equipo en conjunto el que logró aplicar en el campo de juego todos los conceptos defensivos habidos y por haber, con lo cual finalmente se llevó los tres puntos del partido.

América, en cambio, dejó reflejado en el gramado de Bogotá que ya no es ese equipo que arrasó el año pasado y que a la postre fue campeón, más allá de que a la capital vino con un equipo mixto, como consecuencia de su presentación en Copa Libertadores el día anterior cuando firmó su eliminación de ese certamen.

No tranquilo con haber conseguido una ventaja tempranera, producto de un autogol de Hárold Viáfara, quien desvió hacia la red un potente remate rastrero de Juan Carlos Quintero, Santa Fe quiso buscar rápidamente una nueva anotación, pero fue entonces cuando dejó en evidencia que para defender son todos unos ‘gatos patas arriba', pero que ofensivamente son pocos los rivales que podrían asustarse con su propuesta.

Ómar Pérez no estuvo en su noche. Hasta el propio técnico Hernán Darío ‘Bolillo' Gómez reconoció que "hasta un huevo le rebotaba". Y para colmo de males, en la delantera Cristian Nazarith no intentó hacer nada diferente a lo que hizo su compañero Yovanni Arrechea. En conclusión, la dupla dio el mismo resultado que hubiese dado uno solo en punta.

Terminó el primer tiempo y Agustín Julio ya se había consolidado como figura. El pasar de los minutos le conservó la distinción. ‘San Agustín' estuvo atento, acertado y conjuró cada opción de gol del equipo caleño.

‘Bolillo' no quiso pasar más sustos y envió a la cancha al venezolano Luis Manuel Seijas (m. 58) para recuperar el control que Pérez cedió en el medio campo. Sin embargo, la expulsión de Javier Arizala (m. 66) obligó al estratega paisa a replantear sus ideas.

Fue así como Santa Fe quedó a merced del América y comenzaron 25 minutos de angustias, aguante y sufrimiento en las tribunas. Durante todo ese tiempo sólo Yulián Anchico llegó con una clara opción para aumentar la cuenta en el marcador, pero una reacción ‘endiablada' del guardameta americano impidió la anotación.

América lo intentó por el centro, por los costados, por la vía aérea, con la bola pegada al piso, en definitiva usó cuanta ruta hubo para llegar a los predios de Julio, pero esa ordenada doble línea de cuatro se movió tan bien, al compás de las indicaciones del 'Bolillo' desde la raya, que finalmente los vallecaucanos nunca encontraron el callejón para lograr la igualdad.

Faltaba el ‘moño' para culminar una noche redonda de pura y ‘santa fe'. Minuto 91 y por fin los dirigidos por Diego Edison Umaña lograron filtrar un balón entre líneas y anotar el anhelado tanto de la igualdad.

El juez central, Sebastián Valencia, señaló el centro del campo, pero rápidamente vio que su asistente de occidental le levantó el banderín para indicarle un inexistente fuera de lugar.

No hubo más remedio para América que aceptar la decisión y regresar a Cali con las manos vacías, pero más que por culpa de una fallo arbitral, por falta de creatividad a la hora de romper la muralla cardenal.

Una noche de suerte. Esa sería la definición ideal para describir lo que le sucedió el miércoles en el estadio El Campín al equipo capitalino.

Después del gol, a Santa Fe pocas propuestas ofensivas le salieron bien, pero en compensación supo defender con 'uñas y dientes' la arremetida escarlata.

Agustín Julio fue el que empezó a sacar la cara por los albirrojos, y luego fue el equipo en conjunto el que logró aplicar en el campo de juego todos los conceptos defensivos habidos y por haber, con lo cual finalmente se llevó los tres puntos del partido.

América, en cambio, dejó reflejado en el gramado de Bogotá que ya no es ese equipo que arrasó el año pasado y que a la postre fue campeón, más allá de que a la capital vino con un equipo mixto, como consecuencia de su presentación en Copa Libertadores el día anterior cuando firmó su eliminación de ese certamen.

No tranquilo con haber conseguido una ventaja tempranera, producto de un autogol de Hárold Viáfara, quien desvió hacia la red un potente remate rastrero de Juan Carlos Quintero, Santa Fe quiso buscar rápidamente una nueva anotación, pero fue entonces cuando dejó en evidencia que para defender son todos unos ‘gatos patas arriba', pero que ofensivamente son pocos los rivales que podrían asustarse con su propuesta.

Ómar Pérez no estuvo en su noche. Hasta el propio técnico Hernán Darío ‘Bolillo' Gómez reconoció que "hasta un huevo le rebotaba". Y para colmo de males, en la delantera Cristian Nazarith no intentó hacer nada diferente a lo que hizo su compañero Yovanni Arrechea. En conclusión, la dupla dio el mismo resultado que hubiese dado uno solo en punta.

Terminó el primer tiempo y Agustín Julio ya se había consolidado como figura. El pasar de los minutos le conservó la distinción. ‘San Agustín' estuvo atento, acertado y conjuró cada opción de gol del equipo caleño.

‘Bolillo' no quiso pasar más sustos y envió a la cancha al venezolano Luis Manuel Seijas (m. 58) para recuperar el control que Pérez cedió en el medio campo. Sin embargo, la expulsión de Javier Arizala (m. 66) obligó al estratega paisa a replantear sus ideas.

Fue así como Santa Fe quedó a merced del América y comenzaron 25 minutos de angustias, aguante y sufrimiento en las tribunas. Durante todo ese tiempo sólo Yulián Anchico llegó con una clara opción para aumentar la cuenta en el marcador, pero una reacción ‘endiablada' del guardameta americano impidió la anotación.

América lo intentó por el centro, por los costados, por la vía aérea, con la bola pegada al piso, en definitiva usó cuanta ruta hubo para llegar a los predios de Julio, pero esa ordenada doble línea de cuatro se movió tan bien, al compás de las indicaciones del 'Bolillo' desde la raya, que finalmente los vallecaucanos nunca encontraron el callejón para lograr la igualdad.

Faltaba el ‘moño' para culminar una noche redonda de pura y ‘santa fe'. Minuto 91 y por fin los dirigidos por Diego Edison Umaña lograron filtrar un balón entre líneas y anotar el anhelado tanto de la igualdad.

El juez central, Sebastián Valencia, señaló el centro del campo, pero rápidamente vio que su asistente de occidental le levantó el banderín para indicarle un inexistente fuera de lugar.

No hubo más remedio para América que aceptar la decisión y regresar a Cali con las manos vacías, pero más que por culpa de una fallo arbitral, por falta de creatividad a la hora de romper la muralla cardenal.