Independiente Santa Fe se alista para afrontar su segundo partido en la Liga BetPlay II-2025 con una consigna clara: el mejor refuerzo es mantener al equipo que fue campeón. Esa ha sido la premisa repetida por el presidente Eduardo Méndez y el entrenador Jorge Bava, quienes, en medio de un mercado discreto, han apostado por la continuidad como fórmula para sostener la competitividad en un semestre en el que el club también tiene la mira puesta en la planificación para la Copa Libertadores 2026.
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El equipo cardenal debutó con un empate 2-2 frente al Deportivo Pereira, en un partido en el que estuvo arriba en el marcador con solvencia, pero que se le escapó por detalles, desgaste físico y una expulsión. En el estadio Hernán Ramírez Villegas, Santa Fe jugó con nómina alterna, se puso 2-0 adelante y dejó buena impresión en la primera parte. Sin embargo, la roja directa al arquero Weimar Asprilla por un rodillazo a Samy Merheg, poco antes del descanso, cambió el rumbo del encuentro.
“Fue un partido muy accidentado, condicionado desde la roja. Teníamos ventaja, pero se nos escapó. El equipo lo sintió físicamente”, reconoció Bava, quien valoró el esfuerzo de sus dirigidos, aunque lamentó no haber podido sostener la ventaja.
Aun con 10 jugadores durante todo el segundo tiempo, Santa Fe resistió hasta donde pudo. Pereira se adueñó del balón, se adelantó en el campo y empató el partido con justicia. A Bava no le sorprendió la dificultad: “Fue un partido predecible, con un gran rival. Sabíamos que iba a ser cuesta arriba por momentos. Los muchachos hicieron un muy buen trabajo”.
La decisión de rotar fue lógica: apenas una semana de trabajo real, varios jugadores recién incorporados y la necesidad de evitar lesiones desde el arranque. El cuerpo técnico priorizó el estado físico y puso en la cancha a quienes estaban en mejores condiciones. Aun así, el equipo mostró la solidez de un grupo que se conoce bien y compite con oficio.
A la complejidad del calendario se suma ahora un golpe duro para la plantilla: Hugo Rodallega, goleador del primer semestre, fue operado esta semana tras confirmarse una fractura en tres partes de la nariz. El delantero, que ya arrastraba molestias en el aductor durante los cuadrangulares y la final ante Medellín, tendrá al menos diez días de reposo total y se perderá varias jornadas.
Refuerzos puntuales, confianza en la base
Santa Fe ha sido prudente en el mercado. En lugar de renovar la nómina, optó por reforzar sectores específicos y conservar la estructura que lo llevó al título. Llegaron el arquero Weimar Asprilla (ex-Tigres), el lateral derecho Santiago Tamayo (de regreso tras su paso por Tigres) y el refuerzo más importante por nombre: Yairo Moreno, quien ya fue anunciado de forma oficial. El nacido en Necoclí y con pasado reciente en Junior llega con el cartel de ser internacional con la selección de Colombia y con recorrido en el fútbol mexicano. A sus 30 años, está llamado a aportar experiencia y versatilidad en el medio campo y el ataque, aunque deberá ponerse a punto físicamente tras varios meses de inactividad. Su último partido fue a finales de 2024.
La dirigencia también está cerca de asegurar la continuidad de Harold Santiago Mosquera, una pieza importante en el frente de ataque. Su renovación sería otro acierto en un mercado que, hasta ahora, se ha enfocado más en fortalecer al grupo que en incorporar figuras.
En cuanto a salidas, las bajas confirmadas son Omar Albornoz y Jordy Monroy (presentados en Pereira), Lucas Ríos, Kevin Cuesta y Leandro Angulo; todos con participación limitada en el primer semestre.
El reto en Ibagué
Este viernes, Santa Fe visita al Deportes Tolima en el estadio Manuel Murillo Toro, en un duelo que promete alta exigencia. Ibagué nunca es una plaza sencilla, menos ante un rival herido por la derrota frente a Pasto (3-2), pero que mostró capacidad de reacción y peso ofensivo.
El Tolima de Lucas González está en etapa de construcción. El nuevo técnico, que llegó en reemplazo de Ismael Rescalvo, debutó con una caída agónica, aunque dejó ver una propuesta clara: presión alta, intensidad y juego directo. “Tenemos una idea muy clara de lo que este equipo nos puede dar”, explicó González, con bagaje en el FPC tras su paso por Águilas Doradas y América.
El pijao sufrió cinco salidas sensibles: Julián Quiñones, Fabián Mosquera, Andrés Arroyo, Álex Castro (ahora en Millonarios) y Gustavo Ramírez. Las únicas incorporaciones hasta ahora son Juan Pablo “Tatay” Torres, el joven Mauricio González y Sebastián Guzmán (ex-Atlético Nacional). González ha elogiado el grupo con el que trabaja, pero también ha admitido que necesita tiempo para consolidar su idea.
Pese a la estrella recién conseguida, en Santa Fe entienden que el margen de error es mínimo. El calendario no da respiro y el mensaje del cuerpo técnico ha sido claro: mantener la intensidad, el equilibrio y el enfoque que lo llevaron al título.
“No podemos relajarnos, el título no nos asegura nada. Cada partido es un desafío nuevo”, ha repetido Bava durante la semana. Por eso, el lema sigue firme: sostener la estructura, conservar la identidad y disputar cada encuentro como si fuera una final.
Esta noche en Ibagué, sin Rodallega pero con la base que lo consagró, Santa Fe va por su primera victoria del semestre. En frente estará un Tolima que también quiere protagonismo y buscará hacerse fuerte en casa. Partido cerrado, intenso, de dientes apretados. El campeón está de vuelta y no se guarda nada.
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