Publicidad

Sergio Galván, el goleador en el que no creían

En sus primeros momentos como jugador de Once Caldas no fue tenido en cuenta. Luego se convirtió en el máximo anotador de la historia del fútbol colombiano. Este martes cumple 47 años.

09 de junio de 2020 - 03:00 p. m.
Sergio Galván Rey llegó al Once Caldas en 1996. Se retiró en 2011 tras jugar con Santa Fe. / Nelson Sierra G.
Sergio Galván Rey llegó al Once Caldas en 1996. Se retiró en 2011 tras jugar con Santa Fe. / Nelson Sierra G.

En la segunda ciudad más importante de la provincia de Tucumán, Concepción, nació, el 9 de junio de 1973, Sergio Galván Rey. Como la mayoría de los niños en Argentina, su juguete favorito fue la pelota. Con ella era feliz en una infancia en la que estudio en el desaparecido colegio Uladislao Frías. Posteriormente culminó bachillerato y se vinculó al Concepción Fútbol Club, un modesto equipo de su lugar de origen.

(Francisco Maturana: “A la selección Colombia procuro no verla”)

Con un breve paso por la tercera división, la reserva de Boca Juniors y el también modesto Deportivo Aguilares, el delantero fue recomendado al Once Caldas por Alfonso Núñez. En 1996, al aeropuerto La Nubia llegaron más de 200 ansiosas personas para observar por primera vez al hombre en el que creían para cambiar la hasta entonces inocua historia del cuadro de Manizales.

“Me acuerdo mucho de las caras y las miradas de la gente. Ellos decían: ‘llega el delantero que nos va a salvar de esta situación’, y veía los rostros de sorpresa. No sé qué esperaban”, recordó Galván, el hombre que sufrió en sus primeros momentos con el conjunto blanco, pues no era tenido en cuenta y hasta entrenaba solo en la cancha alterna del estadio Palogrande.

Y sobre las dudas que en los hinchas del elenco caldense se sembraron al verlo por su 1,72 de estatura -no habitual para un centro delantero de la época-, el exfutbolista dijo: “No había información sobre mi carrera. Era la que yo podía compartir. Cuando me vieron quedaron bastante confundidos. Lo tomé como algo que suele suceder en este deporte, pero para mí el fútbol no se mide en centímetros ni en talla, sino en capacidades”.

Ya en 1997, tras varios entrenamientos en la soledad de su tristeza y las lesiones y suspensiones de los otros delanteros del Once, Galván apareció como titular en un encuentro contra Cúcuta Deportivo. “Llevaba corriendo solo en una cancha casi siete días cuando de pronto me llaman y me dicen que vaya a hacer fútbol con el plantel profesional. El jueves era el día en que se paraba el equipo que iba a jugar el domingo. Y cuando llegué me pusieron entre los titulares. Eso fue raro”.

(“James Rodríguez es un pedazo de jugador”: Gaizka Mendieta)

Y el atacante despejó las dudas convirtiendo cinco goles en el abultado triunfo 7-0 frente al cuadro motilón. “Si hago un gol no cambia nada. Sin son dos va a ser algo de suerte. Tengo que hacer algo significativo”, había pensado antes de ese famoso compromiso. Después fue campeón en 2003 y jugó parte de la Copa Libertadores 2004 que ganó Once Caldas, antes de irse al Metro Stars de Estados Unidos.

Luego volvió a Colombia, fue bicampeón con Atlético Nacional en 2007, jugó con América y cerró su carrera en Independiente Santa Fe, después de haber anotado 224 goles en el fútbol colombiano y convertirse en el máximo goleador de su historia. Se convirtió en el Rey del gol en un país que al comienzo no creyó en sus capacidades.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar