
En el fútbol colombiano, el árbitro carga con el peso de todos, pero sin el apoyo de nadie.
Foto: El Espectador
En el fútbol se habla de goles, de jugadores que son estrellas, de técnicos; se repiten jugadas, se debaten esquemas. Sin embargo, al que hace cumplir las reglas se le recuerda solo cuando se equivoca. El árbitro carga con un peso que muchas veces pasa inadvertido: presión emocional y crítica implacable. En Colombia, el sistema no está preparado para cuidar la salud mental de quienes imparten justicia en la cancha.
La figura arbitral es esencial en cualquier disciplina deportiva. No hay competencia sin alguien que haga cumplir las reglas. Sin...

Por Juan Carlos Becerra
Periodista de la Universidad de Palermo de Argentina. Escribo sobre Tecnología y deportes, especialmente Futbol, Baloncesto y Fútbol Americano. Apasionado por la Música.@JuanBecerra24jbecerra@elespectador.com
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