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Entre las cuerdas en liga y en la Copa Sudamericana. Porque se dieron ventajas en casa. Independiente Santa Fe cayó 1-2 ante Deportes Tolima en el estadio El Campín en la ida de los cuartos de final de la Liga Águila.
Los cardenales y un partido bipolar. En el primer tiempo tuvieron una personalidad marcada por las dudas, repleta de fragilidades en defensa. Sobre todo por los dos centrales: Héctor Urrego y Carlos Henao. Daniel Cataño abrió el marcador a los 14 minutos luego de aprovechar un saque largo del portero Álvaro Montero que no fue neutralizado por los hombres de Santa Fe.
Y rozando la media hora de juego, Marco Pérez dejó en silencio El Campín. El chocoano capitalizó un rebote tras un balón parado y con una fuerte volea puso el segundo de los pijaos. Hubo complicidad de Rufay Zapata. El delantero llegó a 17 goles en la liga y está a un tanto del máximo artillero, Germán Cano.
Tras el descanso, los cardenales salieron con otra personalidad. Esa chispa de los últimos partidos se encendió con la gasolina de Guastavino y Seijas. Tocando en el campo rival, llegó el descuento de Wilson Morelo, quien de volea remató un centro mal calculado por la defensa rival. El cordobés tuvo el empate en los últimos suspiros del partido, pero el balón se estrelló en el palo.
Rufay Zapata tuvo un choque con Urrego al final del primer tiempo y sufrió un esguince del colateral medial de la rodilla derecha y se perderá lo que queda del semestre. Miguel Solís, el tercer arquero, será la carta en el arco.
Si uno se queda con la versión de Santa Fe del primer tiempo, no tiene posibilidades ante el Tolima el próximo sábado en la vuelta en Ibagué. Si se piensa en la del segundo, hay oportunidades. Otra vez, remando contracorriente.
*En el otro encuentro de la jornada, Medellín puso un pie en las semifinales al golear 3-0 al Bucaramanga de local.