:format(jpeg)/www.elespectador.com/resizer/jK5HyFXdYnmV6C58KQfojaW_0vA=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/KABFAX5GFNAUFI3GLJ736CXMY4.jpg)
Tras el valioso empate 1-1 que rescató el Deportes Tolima ante Deportivo Cali en su visita a Palmaseca en la ida de la final de la liga colombiana, al equipo dirigido por Hernán Torres le quedó lista la pista para celebrar su cuarta estrella, la segunda consecutiva cerrando de local. Son favoritos, pero el juego del equipo azucarero con su gran plantel hacen entender que por fin podrían romper sus malas rachas en las finales.
En sus últimas cuatro finales disputadas de liga (2006, 2013, 2015 y 2017), Deportivo Cali ha disputado el partido de vuelta como visitante, y no ha ganado ninguno de esos cuatro compromisos. La última fue aquella recordada goleada de Atlético Nacional 5-1 luego de haber ganado en casa 2-0.
Lea: Deportes Tolima: su estilo, “jugar bien” y hacer identidad
Son dos estilos diferentes, pero de dos entrenadores que entienden al fútbol armándolo desde la fortaleza defensiva. La palabra principal del diccionario de Rafael Dudamel es solidez. Defenderse bien, luego viene todo lo demás. Y el equipo pijao tiene a los dos mejores centrales del torneo: Julián Quiñones y Sergio Mosquera, el central más goleador (13) del planeta esta campaña y principal baja de la final por lesión.
La principal arma del Tolima es el contragolpe luego de un bloque medio-bajo con las líneas muy estrechas para hacerle daño al rival. Tolima es el equipo que más contraataques realiza (19) y el que más contragolpes ha finalizado con remate (16, el doble que cualquier otro equipo). La pelota quieta, la llave con la que consiguieron su tiquete a la final, es otro de sus dientes.
Por su parte, el Cali, teniendo en cuenta la buena nómina que tiene para tejer pases y gran técnica, sobre todo con Jhojan Valencia y Teo Gutiérrez, es un equipo que sabe construir y penetrar los bloques bajos de sus rivales. No por nada son el equipo que mayor proporción desus remates realiza dentro del área en el torneo (62.4%-211 de 338). El conjunto caleño es, además, el segundo que más goles ha marcado dentro del área rival (35).
Esta forma de jugar la heredó Dudamel de Alfredo Arias, un directo responsable de una buena porción de la estrella, pues él construyó y perfiló esta nómina que está en la final.
El principal artífice de ese logro es Harold Preciado, el goleador de la liga, quien explotó en los cuadrangulares: ha anotado en todos los partidos con un saldo de siete goles y una asistencia. Tras su experiencia en el fútbol chino, Dudamel vio que Preciado podía dar algo más que como un simple nueve estacionado en el área. Por eso arranca desde una banda combinándose con Ángelo Rodríguez y Teo Gutiérrez. Jhon Vásquez, el extremo derecho, uno de los jugadores más desequilibrantes de Colombia, completa ese diamante de ataque de lujo que tiene el Cali.
Lea: La reivindicación pública del método Gamero
Todo con un doble 5 de lujo atrás: con Valencia y Andrés Colorado, dos jugadores que se complementan muy bien. Colorado también tiene buena circulación de pelota y es un volante llegador con gol. Y los dos centrales también son de lo mejor del torneo: Jorge Marsiglia -revelación del torneo- y Hernán Menosse. El arquero ha sido garantía: Guillermo de Amores.
Son dos equipos muy equilibrados en sus nóminas, con estilos diferentes. Pero ambos, con sus distintas rutas, tienen argumentos para ser campeones. Y hasta para hacer un buen papel en la Copa Libertadores... por fin.