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Wilder Medina volvió a ser noticia este fin de semana tras revelar un episodio oscuro de su paso por Independiente Santa Fe.
En una entrevista, el exdelantero confesó que, en medio de una crisis personal y bajo los efectos del alcohol, estuvo a punto de cometer un acto que habría cambiado su vida y la del fútbol colombiano para siempre.
Enfrentado con Camilo Vargas, arquero del equipo en ese entonces, Medina admitió que llegó a contemplar atentar contra él luego de un altercado en el vestuario tras una final perdida.
Según su testimonio, la tensión con Vargas venía de tiempo atrás, pero todo explotó cuando el arquero intentó calmar a sus compañeros tras la derrota. Medina, en un momento de ira, le lanzó golpes y, después, en su estado de descontrol, pensó en llevar la agresión a otro nivel. “En un punto yo dije: ‘le meto un tiro a ese muchacho y le acabo su carrera en el fútbol’”, reconoció el exfutbolista, quien atribuyó su comportamiento a la influencia del alcohol y su complicado pasado.
Afortunadamente, la tragedia no ocurrió. Fue César Pastrana, entonces presidente del club, quien intervino para evitar lo peor. Medina contó que recibió una llamada donde le ordenaron no asistir al entrenamiento, pues su estado alterado podría haber desencadenado un hecho lamentable. “Usted ya llegó tarde al entrenamiento, usted está tomado, vaya descanse, yo voy a presentar su carta de renuncia”, le dijo Pastrana, según el relato del propio exjugador.
Con el tiempo, Medina ha reflexionado sobre ese momento y reconoce la gravedad de lo que pudo haber sucedido. “Si yo hubiera llegado al entrenamiento, con esa rabia y con tragos encima, lo hubiera cometido. Hubiera dejado a la selección Colombia sin uno de los mejores arqueros en este momento, que es el titular”, concluyó, en referencia a Camilo Vargas.
Ahora, alejado del fútbol profesional, Medina busca redimirse y compartir su historia para evitar que otros jóvenes repitan sus errores.
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