Adriano: "Bebía todo lo que me ponían por delante"

El exdelantero brasileño recordó su historia de alcoholismo, que comenzó tras la muerte de su padre en 2006.

Redacción deportes
30 de agosto de 2018 - 02:09 p. m.
Adriano, exdelantero brasileño.  / AFP
Adriano, exdelantero brasileño. / AFP

En el frente de ataque, Adriano era mortal. Potencia en el remate, velocidad, inteligencia, definición. El brasileño lo tenía todo. Era el llamado a ser el sucesor de Ronaldo, incluso se llegó a pensar que podría ser mejor. Fue apodado ‘Emperador’ y conquistó Milán, con el Inter tocó el cielo con las manos y allí mismo comenzó a cavar su tumba, a abrir el hueco en el que posteriormente cayó tras la muerte de su padre en 2006 y del cual nunca pudo salir: la adicción al alcohol.

Fueron momentos en los que la vida pasó a un segundo plano, el dolor se apoderó de su corazón de su mente y para mitigarlo empezó a tomar el camino de la bebida, solo con ella olvidaba. “Yo sé cuánto sufrí. La muerte de mi padre me dejó un vacío enorme, acabé sintiéndome muy solo y me aislé cuando murió. Fue lo peor. Me vi solo, triste y deprimido en Italia, y fue cuando empecé a beber”, afirmó el exdelantero en la revista R7.

Nunca sintió tocar fondo, las sensaciones que sentía mientras tomaba lo hacían elevarse, dejar todo el sufrimiento de lado. “Sólo me sentía feliz bebiendo todas las noches. Bebía todo lo que me ponían por delante: vino, whisky, vodka, cerveza. Mucha cerveza. No paraba de beber y tuve que dejar el Inter”, añadió el brasileño. A partir de ahí su carrera nunca volvió a ser igual. De aquel ariete potente, que con dos pestañeos parecía derrumbar cualquier defensa, pasó a ser un jugador más, su estado físico se fue al suelo, al igual que su carrera.

El alcoholismo no le permitía entrenar correctamente con el Inter de Milán. Sus llegadas a la práctica en estado de alicoramiento fueron constantes y nunca encontró la solución para dejar esa adicción de lado. “No sabía cómo disimularlo, llegaba borracho por la mañana a los entrenamientos. Me presentaba, aunque estuviese borracho del todo. Entonces me llevaban a dormir a la enfermería y decían a la prensa que sufría dolores musculares”.

Lamentablemente, el jugador nunca estuvo bien rodeado en Milán. Los escándalos fueron constantes, los rumores empezaron a inflarse y pasó de ser el centro de atención de los medios por sus goles a convertirse en el foco por su alcoholismo. Encontró claridad cuando regresó a Brasil. Solo así pudo ponerle fin a esa oscura etapa. “Entendí lo mal rodeado que estaba. Amigos que sólo me llevaban de fiesta, con mujeres, alcohol y sin pensar en nada. Renuncié a los millones, pero compré la felicidad”.

La historia de Adriano pasó del cielo al infierno en un abrir y cerrar de ojos. El dolor, el sufrimiento, la tristeza acabaron con la carrera de un delantero que tenía todas las herramientas no solo para conquistar Milán, sino el mundo entero. Muchos aún suspiran al recordar sus enganches, sus galopadas, sus goles. Pero como bien lo dice el exfutbolista, dejó de lado la fama para empezar a vivir anónimamente con tranquilidad y felicidad.

Por Redacción deportes

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar