Alcohol, fiestas y descontrol: así arruinó su prometedora carrera Jesé Rodríguez

A finales de 2011 parecía que nacía una nueva estrella en el Real Madrid pero los excesos y la indisciplina lo han llevado a convertirse en un problema para los diferentes equipos.

Redacción deportes
20 de abril de 2018 - 05:10 p. m.
Jesé Rodríguez, exjugador del Real Madrid. / AFP
Jesé Rodríguez, exjugador del Real Madrid. / AFP

Cuando apareció Jesé Rodríguez muchos veían en él una nueva joya. Su calidad con el balón era innegable y su velocidad dentro del terreno de juego, su potencia y gambeta lo hacían un futbolista completo. Tenía todas las cualidades para triunfar en el balompié mundial con uno de los mejores equipos: el Real Madrid. José Mourinho, después de seguir el exitoso paso por el Castilla (filial del cuadro blanco) del delantero, lo hizo debutar en el club con 18 años. Fue un 13 de diciembre de 2011 en un partido por la Copa del Rey frente al Ponferradina. (Jesé, la joya del Real Madrid que es cuidada por Zidane)

De inmediato deslumbró. Llegaron a compararlo con Cristiano Ronaldo, “el nuevo CR7” lo llamaban. Parecía que todo estaba dado para el nacimiento de una futura estrella, pero como en muchos casos, se quedó en lo que pudo haber sido y no fue. El ideal nuevamente superó a la realidad. Jesé no llegó a deslumbrar en fútbol mundial porque no quiso. Él deseaba ser el rey de la noche. Se inventó el apodo Jey-M e incluso se mandó a fabricar su propia corona. El descontrol comenzó de inmediato: millones de euros despilfarrados en autos deportivos, fiestas de lujo, discotecas, alcohol, mujeres y embarazos no deseados. Así relata su vida el diario español, El Mundo.

El jugador, nacido en Las Palmas de Gran Canaria el 26 de febrero de 1993, llegó al Real Madrid a los 14 años después de dar sus primeros pasos en el fútbol con un equipo llamado Huracán. Hizo parte de una generación dorada de la cantera merengue: Álvaro Morata, Dani Carvajal, Nacho (José Ignacio Fernández Iglesias), Lucas Vázquez, entre otros. Todos seguían al pie de la letra las normas, se destacaban por su conducta ejemplar. Pero Jesé no. Él estaba por fuera de ese rango, en un partido en las juveniles mostró su peor cara: fue amonestado, expulsado, le dio un cabezazo al árbitro y fue suspendido por 16 partidos, récord para jugadores de su edad. Si se hubieran cumplido las normas internas del Madrid, habría sido sacado del club.

No obstante, él siempre respondía con goles. Dentro del campo sus números hablaban de lo que era capaz de hacer, con sus 21 tantos en la división de plata, superó el hito marcado por Butragueño. Pero su cabeza estaba en el descontrol nocturno de Madrid. En la mayoría de casos la responsabilidad siempre recae en la familia, pero este no es uno de esos. Su mamá es maestra y su papá, empleado en una farmacia. Inclusive, uno de sus cuatro hermanos es un destacado miembro del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía, como lo resalta el medio español.

José Mourinho, quien tenía sus propios informantes, conocía de los excesos de Jesé. A pesar de esto, el jugador siempre movía todos los hilos para llamar la atención del portugués. Con su talento se abrió camino y buscó ganarse la confianza del entrenador. En 2012, se coronó campeón europeo sub-19 con la selección de España y fue nombrado como el mejor jugador del torneo. Sin embargo, lo que hacía con los pies dentro de un terreno de juego, lo borraba con las rodillas en su ámbito personal. Antes de cumplir los 20 años una mujer llamada Melody Santana esperaba su primer hijo.

Salió Mourinho del Madrid y llegó Ancelotti, quien confió en él. Su carrera futbolística iba en ascenso, estaba proyectado para ser uno de los mejores delanteros. Hasta que se lesionó su rodilla en marzo de 2014, en un partido contra el Schalke 04 en Liga de Campeones. Esa temporada, Real Madrid acabó con años de sequía y se coronó en el torneo continental. Jesé celebró el título como si fuera propio. Tardó 259 días en recuperarse completamente. El Real Madrid volvió a ganar la Champions en 2016 bajo el mando de Zinedine Zidane, aunque para ese tiempo el comportamiento del ariete estaba desbordado.

Sergio Ramos intentó encaminarlo, pero ya era tarde. Era puro descontrol. Así que el Real Madrid hizo lo que tenía que hacer: venderlo. 25 millones de euros pagó el París Saint Germain por el jugador. Ahora los parisinos tendrían su habilidad, pero también lidiarían con su irresponsabilidad. Su novia era Aurah Ruíz, quien comenzó a gastar de manera exorbitante. En su primera semana en París despilfarró más de 100.000 euros, por lo que Jesé tuvo que poner un límite a la tarjeta de ella: 6.000 euros semanales. Él estaba desatado. El fútbol pasó a un segundo plano: Jets privados, fiestas en los Campos Elíseos. Melody Santana le anunció de manera muy particular el nacimiento de su segundo hijo por Instagram con un hashtag que decía: #telocomunico.

Los franceses, desesperados con su actitud a los cuatro meses decidieron cederlo a Las Palmas, para ver si en su tierra volvía a ser aquel jugador que deslumbraba. Fracasó de nuevo. Justo antes de pisar Francia otra vez, en junio de 2017 llegó su tercer hijo (el primero con Aurah): Nyan, quien nació con una enfermedad que lo mantiene hospitalizado desde el primer día. Pero Aurah no soporto más y anunció en Instagram que no continuaba en una relación con el jugador. Después hizo una grave denuncia en su contra: “Para pasar la noche al lado de tu hijo no tienes tiempo, pero para estar en una discoteca con putas, bebiendo, fumando y follando en el baño sí que tienes todo el tiempo del mundo”.

En ese entonces estaba en el Stoke City de la Premier League, al que le pidió una licencia para viajar a Madrid y visitar a su hijo. Pero no volvió el día que había pactado. Tampoco asistió a los entrenamientos del club inglés que pelea puestos de descenso en la Premier League. Tras dos días en los que nadie supo de su paradero, reapareció con una foto en Instagram junto a sus hijos mayores. Su carrera nunca despegó, está cerca de romper su vínculo con el Stoke City y el PSG ya anunció que tampoco lo quiere. Tan solo tiene 25 años y tiempo para revertir su imagen para encaminarse en un deporte que en algún momento parecía iba a rendirse a sus pies.

Por Redacción deportes

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar