Un balón dividido. La pierna de un delantero en alto. Un arquero intentando rechazar con su cabeza. Una patada en la cara. Oscuridad y dolor. Mané, jugador del Liverpool, fue expulsado por una jugada peligrosa contra el arquero Ederson, quien recibió puntos de sutura en la cara después de que el delantero le pusiera los taches de su guayo en la cara. Después de esa jugada el Liverpool se vino abajo y salió goleado del Etihad. Perdió 5-0 contra el Manchester City.
Mané tras ver la jugada de la patada, no resistió. Apenado por lo sucedido, se disculpó con un mensaje en redes sociales: “Espero y deseo que Ederson se recupere rápido. Estoy arrepentido de haberlo lastimado durante nuestro choque accidental, y perdón a él porque no pudo terminar el partido por eso. Ojalá se recupere rápido y vuelva a jugar pronto porque es un gran jugador”.