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Catar abrió los ojos de propios y extraños en la Copa de Asia. Por primera vez en su historia llegó a la final de este torneo continental. Pasó de ser la revelación a la favorita. Ha impuesto unos números sorprendentes: seis victorias, 16 goles a favor y ninguno en contra. Llegó a la explosión antes de lo previsto. Anfitrión del próximo Mundial, Catar trazó un plan a medio plazo que debe culminar en la Copa del Mundo de 2022.
Por medio de la Academia Aspire, Catar reclutó al español Félix Sánchez Bas, un formador de talentos del Barcelona, que durante diez años dirigió en las secciones inferiores del club catalán a jugadores como Sergi Roberto. En 2007, el español se hizo cargo de la sub-16 catarí y se encontró con que sólo había 220 fichas en todo el país de jugadores nacidos en el año que le correspondían. El reto era mayúsculo y nada fácil.
La idea de la academia era clara: inculcar a los jóvenes catarís una manera de entender el fútbol y un estilo como el de La Masia de Barcelona. También pasó por la sub-19, la sub-20 y la sub-23, antes de asumir la dirección de la selección mayor. Su auge como técnico ha ido creciendo junto a la mayoría de futbolistas que forman el combinado absoluto de ese país. Con la sub-19 logró un hito inolvidbale: ganó el título de la Copa de Asia, uno de los mayores éxitos hasta la fecha del fútbol de Catar.
Con un plan que llevó a que sus jugadores se foguearan por 17 equipos europeos, Catar se ha presentado en los Emiratos Árabes con suficiente experiencia para convertirse en la sorpresa del torneo. No le ha influido el bloqueo al que someten al país sus vecinos, que en el caso del torneo provocó que no se permitiese la entrada a la prensa catarí, ni el clima hostil que tuvo que soportar en todos los partidos. Esa inquina llegó al clímax en la semifinal contra Emiratos, en la que desde la grada se lanzaron zapatos -el mayor gesto de desprecio en la cultura árabe- lo que no le privó de golear 4-0 a los anfitriones.
Previo al torneo de selecciones más importante de Asia, el objetivo era simple: llegar a los cuartos de final y seguir adquiriendo experiencia de cara a la Copa América, que jugarán como invitados, y especialmente para el Mundial del cual serán anfitriones en 2022. Sin embargo, ya esos objetivos se cumplieron con creces. Los de Félix Sánchez fueron mejores que el Líbano (2-0), Corea del Norte (6-0), Arabia Saudí (2-0), Irak (1-0), Corea del Sur (1-0) y Emiratos Árabes (4-0).
La selección catarí es una de las más jóvenes del campeonato y tiene recorrido por delante. Ha descubierto al mundo, además, a Ali Almoez, un delantero de 22 años que en 2016 pasó por la Cultural Leonesa (Segunda División B española) y se ha convertido en el primer jugador que anota 8 goles en una Copa de Asia, desde que lo lograse el iraní Ali Daei en 1996. También cuenta con una pareja de centrales fuerte, formada por los jóvenes Tarek Salman (21 años) y Bassam Al-Rawi (21 años), quienes se han convertiro en una de las piezas claves del buen campeonato que están realizando.
El segundo entrenador de Sánchez Bas es Sergio Alegre, otro técnico que cuenta con amplia experiencia en el fútbol base del Barcelona. De igual manera, durante la temporada cuenta con el apoyo de Xavi Hernández, que compagina su carrera de futbolista con la de ayudante del seleccionador. Antes también había trabajado con Raúl González, durante la estancia en Catar del exjugador blanco. Ubicada en el puesto 93 del ránking FIFA, Catar no parecía una amenaza para Argentina, Colombia o Paraguay, sus rivales en el grupo B de la Copa América. Ahora, todos ellos deberán revaluar al seleccionado asiático.