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Tras caer 2-1 frente al Manchester City, la vuelta de semifinales de Champions de este martes será el fin de un sueño o la final soñada para el PSG, ya que el equipo inglés está a un paso de jugar por primera vez la final de la Liga de Campeones.
Noqueado en su feudo el miércoles pasado con latigazos de Kevin De Bruyne y Ryad Mahrez, PSG quiere prolongar su sueño de conseguir su segunda final de Champions consecutiva, la cual se jugará el 29 de mayo en Estambul.
Por eso, los parisinos aseguran haber hecho borrón y cuenta nueva para el próximo juego: “Cuando nos clasificamos frente al Barça y el Bayern, se alabó nuestro estado de ánimo. La mentalidad es algo que se tiene o no se tiene”, aseguró el entrenador argentino del PSG, Mauricio Pochettino.
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Para el técnico los dos goles encajados fueron “accidentes”, tras el nivel superior mostrado en la primer mitad por parte de PSG.
Sin embargo, seis días después del 2-1 en París, el PSG viajó a Mánchester con bajas y dudas: el mediocentro Idrissa Gueye está sancionado tras la tarjeta roja que vio en la ida y su hombre gol, Kylian Mbappé, tiene problemas en el gemelo derecho, aunque está en la convocatoria.
El “deber de creer”
“A nivel táctico y mental, el equipo está listo para dar una nueva batalla. Luego es el fútbol el que decidirá si merecemos o no estar en la final”, afirmó Pochettino.
El optimismo a prueba de balas de Poche salió reforzado con la victoria el sábado contra el Lens (2-1) en la liga francesa. Un resultado coronado por un gol y una asistencia de Neymar, que anuncia las ganas de revancha para este martes.
Tras la derrota en agosto en la final de la Champions contra el Bayern (1-0), el PSG ha sabido construirse la imagen de un equipo que reacciona ante la adversidad.
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Una leyenda cimentada en partidos como la victoria en la fase de grupos contra Manchester United por 3-1, partido en el que se jugaba la eliminación, así como otros buenos resultados conseguidos a domicilio frente a Barcelona y Bayern Múnich en octavos y cuartos, respectivamente. Juegos que le permiten seguir soñando con la final de la máxima competición europea de clubes.
Una temporada “especial”
París espera, igualmente, con la vuelta de Mbappé para hacer su sueño realidad, ya que necesita al menos dos goles para acceder a la final.
La eliminación supondría un fuerte revés en el balance de la temporada del PSG, segundo en la Ligue 1, tres puntos por debajo de Lille (a falta de tres jornadas), y con un partido de semifinales de la Copa de Francia por jugar frente a Montpellier el 12 de mayo.
Enfrente, Manchester City comparte la sensación de vivir una temporada única. “Todo el mundo sabe que vivimos algo especial”, reconoció su entrenador, Pep Guardiola.
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Campeón de la Copa de la Liga, el City podría haber sido campeón de la Premier el domingo si no se hubiera aplazado el Manchester United-Liverpool, tras la invasión del estadio Old Traffor parte de aficionados locales.
Los Citizens habían hecho su trabajo el sábado al ganar al Crystal Palace 2-0, sin De Bruyne ni Mahrez, y buscarán por primera vez en su historia la final de la Champions League,
“El martes tendremos que hacer un partido casi perfecto”, avisó Guardiola. Un frase que también puede hacer suya el PSG, que no puede fallar.