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En la actualidad es muy común ver que la mayoría de clubes invierten grandes sumas de dinero en un jugador. En esa danza de los millones la liga colombiana no es la excepción. Para este semestre el Júnior pagó 4,5 millones de dólares (13 mil millones de pesos) por el traspaso de Yimmi Chará, nuevo récord en el balompié nacional, aunque muy lejos de los 212 millones de euros, 778 mil millones de pesos, que recientemente pagó París Saint Germain por el astro brasileño Neymar.
Sin embargo, el traspaso de un jugador no es el mayor gasto que tiene un club, como muchos piensan, ya que no supera el 25% del presupuesto de este. Es decir, que los fichajes son proporcionales con el presupuesto que tiene cada equipo, eso sí, acorde a sus exigencias deportivas.
Pero, ¿por qué unos jugadores tienen mayor valor en el mercado que otros? Para determinar ese precio son necesarios tres factores claves.
El primero es la posición del jugador, que se divide en defensivos, creativos y ofensivos. Los goleadores suelen tener, por lo general, los costos más altos.
El segundo es la repercusión mediática. Aquí prevalecen los jugadores que mayores ingresos comerciales tengan, ya sea por patrocinios o por marcas personales. Y por último está la juventud, ya que para un equipo fichar a un futbolista es una inversión a largo plazo.
Antes, muchos analistas y periodista deportivos creían que la nacionalidad tenía un gran peso a la hora de determinar el valor de un jugador en el mercado de fichajes, sin embargo, aunque aún tiene influencia, cada vez es menor.
El valor del futbolista comienza a variar de acuerdo a su rendimiento. Si en cada año disminuye, el equipo podrá venderlo para recuperar una parte de la inversión. Pero, si el deportista mejora su desempeño físico, su precio en el mercado aumentará de forma considerable.