Y ahora River no quiere jugar la final de la Libertadores

El equipo millonarios emitió un comunicado en el que explica que le parece injusto que la final se tenga que jugar en Madrid, perdiendo la ventaja de cerrar la serie de local, ante su gente. Sigue la novela.

Redacción Deportes y EFE
01 de diciembre de 2018 - 03:45 p. m.
La hinchada de River ha sufrido las consecuencias de los ocurrido el día que se debía jugar la final en el Monumental.  / AFP
La hinchada de River ha sufrido las consecuencias de los ocurrido el día que se debía jugar la final en el Monumental. / AFP

River Plate expresó a través de un comunicado su fuerte malestar por la mudanza de la final de la Copa Libertadores ante Boca Juniors al estadio Santiago Bernabeu de Madrid para el domingo 9 de diciembre.

"Graves y severos perjuicios para los socios e hinchas de River, quienes adquirieron su entrada con un enorme esfuerzo económico para el partido programado para el día 24 de noviembre en el estadio de River y que se ven seriamente perjudicados y discriminados por esta decisión", comienza el informe publicado por el club 'millonario'.

River afirma que este cambio de escenario provoca una "desnaturalización de la competencia" y que "atenta contra la igualdad de condiciones a partir de la pérdida de la condición de local y la pérdida de derechos reglamentaria".

También ratifica que "la responsabilidad por la falla del operativo de seguridad del día sábado 24 del corriente mes ocurrió fuera del anillo perimetral dispuesto para el evento".

Y por último se hace una pregunta retórica "¿Existe decisión más desigual, inequitativa y perjudicial para los simpatizantes?" en una nueva condena a la decisión del ente máximo del fútbol sudamericano que el jueves decidió que el partido decisivo entre Boca y River se dispute en Madrid.

En el último párrafo el club anuncia que se reserva "el ejercicio de todas las acciones que le asisten a River en defensa de sus legítimos intereses", en un comunicado que firma el presidente del club, Rodolfo D'Onofrio y el secretario Ignacio Villarroel.

Por su parte, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, aseguró este sábado, tras conocerse el rechazo de River Plate a jugar la final de Libertadores ante Boca Juniors en Madrid, que será la Conmebol la que deberá tomar una decisión, pero remarcó que su "convicción personal es que siempre se tiene que jugar".

"La pelota no se puede parar, tenemos todos que ver cómo podemos poner las condiciones para jugar", señaló Infantino en una rueda de prensa en Buenos Aires, donde participa de actividades en torno a la cumbre del G20.

El máximo representante del organismo del fútbol mundial se enteró por la periodista que le consultó sobre la petición de River Plate a la Conmebol de no jugar en la capital española.

"Yo no lo sabía. La Conmebol va a tener que tomar una decisión. creo que mi convicción personal es que siempre se tiene que jugar", remarcó.

Antes, había declarado la necesidad de que el encuentro "sea de verdad una fiesta del fútbol sudamericano".

"Jugará en Madrid, que es también un poquito Sudamérica quizás, pero que sea algo que marque un antes y un después por el fútbol", había dicho antes de enterarse de la petición de River.

Según añadió, el River-Boca, cuyo partido de vuelta de la final fue suspendido por la violencia de los hinchas de River ante las puertas del estadio Monumental, "no es el único partido en el mundo que no se puede celebrar, desafortunadamente".

"Todavía tenemos en el fútbol un problema de violencia que tenemos que erradicar. Tenemos que trabajar juntos en esto", subrayó. 

 

 

— River Plate (@CARPoficial) 1 de diciembre de 2018

Por Redacción Deportes y EFE

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