El “cuestionado” empresario detrás de la llegada de Maradona a Gimnasia y Esgrima de la Plata

Se trata de Cristian Bragarnick, señalado de ser hombre de confianza de un grupo económico mexicano vinculado al narcotráfico en sus negocios del fútbol. El representante de jugadores y técnicos argentinos tiene gran influencia en clubes como Boca Juniors, Independiente y Racing.

David Escobar Moreno
16 de septiembre de 2019 - 02:06 p. m.
El “cuestionado” empresario detrás de la llegada de Maradona a Gimnasia y Esgrima de la Plata

La más reciente aventura que inició Diego Armando Maradona, la leyenda del fútbol mundial, como nuevo director técnico de Gimnasia y Esgrima de la Plata en la primera división del fútbol argentino, tiene como artífice a un empresario que, al igual que el mítico 10, genera odios y amores en el ambiente del balompié. Se trata de Cristian Bragarnick, el representante de futbolistas y técnicos más influyente de la Superliga de ese país. Se le atribuye, por ejemplo, la llegada de Jorge Sampaoli a la dirección del seleccionado albiceleste, en junio de 2017. Además de ser amigo íntimo del presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, se sabe que le ha recomendado jugadores como Darío Benedetto, Iván Marcone y Walter Bou, a quienes el mismo Bragarnick representa.

El inicio de Bragarnick en el negocio del fútbol, luego de una fallida carrera como jugador en el ascenso argentino, se remonta a 2001. Luego de graduarse como abogado y montar su propio video club, en sus ratos libres comenzó a editar videos de jugadores y los empezó a ofrecer a sus representantes. Uno de sus asiduos clientes era Mariano Monroy, un volante de Arsenal de Sarandí, a quien le ofreció hacerle un compilado de sus jugadas y ofrecérselo a un exjugador que también alquilaba películas en su local y que tenía contactos en el fútbol mexicano. Monroy terminó jugando para Irapuato F.C, filial del Querétaro F.C y Bragarnik se ganó el aprecio de los Grondona, familia dueña de Arsenal y de la que hizo parte Julio Grondona, el poderoso y controvertido presidente de la Asociación de Fútbol Argentino, fallecido en 2014.

La compra de Monroy por el club de la segunda división azteca resultó siendo todo un éxito porque el volante tuvo un brillante desempeño en el equipo. Bragarnick se terminó quedando en Querétaro como empleado del club y un año después, súbitamente, se convirtió en el presidente del club. El problema de ese inexplicable ascenso es que Bragarnick quedó a la cabeza de un club en el que la mayoría de su financiación provenía de los carteles de la droga, como en el 70% del mercado futbolístico mexicano por ese entonces. Incluso, el mayor accionista del Irapuato, Tirso Martínez, fue condenado por ser socio del 'Chapo' Guzmán y Amado Carrillo Fuentes, conocido como el Señor de los Cielos. La justicia mexicana señaló que Martínez era uno de los hombres de confianza de Guzmán para enviar a Estados Unidos cocaína proveniente de Colombia.

En 2004, luego de que el Irapuato fuera liquidado por las autoridades mexicanas, Bragarnik volvió a Argentina con su libreta llena de contactos en el fútbol manito. Ya sumergido en el mundo de la representación deportiva, se ganó la confianza de un grupo que durante años ha estado en la mira de las autoridades mexicanas y estadounidenses por estar, supuestamente, vinculada al lavado de dinero de carteles: el Grupo Caliente. Este emporio (conformado por hipódromos, bingos, casinos y financiador del hegemónico Partido Revolucionario Institucional de México) es dueño de los clubes Xolos de Tijuana y Dorados de Sinaloa, este último, del que Diego Maradona fue director técnico recientemente, gracias a la gestión del propio Bragarnick.

Jorge Hank hijo, primogénito del hombre que maneja el Grupo Caliente, es otro de los hombres a los que Bragarnick asesora en épocas de mercado de pases. El prestigioso periodista Jorge Lanata denunció la semana pasada que Bragarnik fue investigado en 2014 por una operación "sospechosa" en el traspaso de un jugador argentino. "Observaron el monto de la operación de Julio César Rodríguez, futbolista de Defensa y Justicia, a Dorados de Sinaloa a cambio de USD$70.000; algo que sonaba muy bajo para el mercado internacional del fútbol profesional", contó el periodista en su programa de televisión. A su vez, cuestionó que "la investigación nunca avanzó. ¿Por qué?, marcan que Claudia María Angelici, hermana del presidente de Boca, está en un cargo en la Jefatura de la División Base de Datos de Fiscalización de la AFIP (dirección de impuestos de ese país)".

El mercado mexicano, desde la segunda década del siglo XXI, ha sido uno de los destinos del fútbol profesional con mayor poder adquisitivo de jugadores. Gran parte de los futbolistas argentinos, incluso de Colombia, terminan llegando a ese país a raíz de los grandes salarios que ofrecen los clubes. Bragarnick, ya transformado en el hombre clave para concretar esos negocios, empezó a meterse de lleno en la administración de varios clubes, entre ellos, Godoy Cruz, Defensa y Justicia, Atlético Tucumán y algunos equipos de la provincia de Santa Fe. Incluso, tiene gran influencia en los equipos de Avellaneda. Llegó a Racing y a Independiente, en los que actualmente dirigen dos de sus representados: el Chacho Coudet y Sebastián Beccacece, respectivamente.

"Hoy maneja cotizadísimos técnicos, entre ellos Jorge Almirón, Antonio Mohamed, Diego Cocca, Leonardo Madelón, Darío Franco, y muchos de sus jugadores top como los hermanos Bou, Alejandro Donatti, Iván Marcone y más recalan en el club al que van sus entrenadores. De hecho llegó a haber partidos donde entre entrenadores y futbolistas, 13 de sus representados estaban entre los 22 que salían a la cancha. No parece muy ético, pero a él no le importa el qué dirán", señaló Gustavo Grabia, uno de los periodistas argentinos más reconocidos por denunciar los vínculos oscuros del fútbol argentino.

Volviendo a la denuncia de Lanata el fin de semana pasado, también señaló que Tirso Martínez bajo su fachada de empresario y accionista del Querétaro, lavó dinero por medio de compra de jugadores colombianos, pero no dio casos concretos. Monroy, quien fue el primer jugador que representó Bragarnick le preguntaron que cómo era vivir en ese ambiente “pesado” en que los narcos van tranquilamente invirtiendo dinero en el fútbol mexicano a lo que respondió: “Allá lamentablemente es algo que viene sucediendo desde hace mucho tiempo, está instalado. Nosotros no viajabamos con bolsones de cocaína pero veíamos a la gente de ellos, vos te das cuenta cuando son pesados”, puntualizó Monroy.

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