Estuvo participativo del juego. En el primer tiempo el Real Madrid dominó y él siguió buscando la pelota. La tocaba pero no generaba mayor peligro. En el segundo se hizo determinante en el resultado. Una vez más, se dispuso a mover el sagrado objeto redondo desde el punto blanco en el estadio Santiago Bernabéu.
(Las imágenes que dejó el triunfo de Barcelona sobre Real Madrid)
Lionel Messi se agachó y puso las manos en las rodillas que utiliza en múltiples ocasiones para dejar en ridículo a los rivales. Los silbidos en el escenario blanco no lo intimidaron. Escuchó el pitazo del árbitro José María Sánchez Martínez. Keylor Navas empezó a saltar en la línea y el argentino a correr hacia el balón.
Zurdazo arriba. La pelota golpeó en la red tras una inútil estirada del destacado arquero costarricense y con leves rebotes en el césped salió de nuevo del arco mientras Messi corrió hacía su costado derecho abriendo los brazos y mirando a la tribuna. Sus compañeros llegaron a abrazarlo y los espectadores utilizaron la tecnología para llevarse un recuerdo de la cercanía de los protagonistas del clásico.
(Así fue el rendimiento de los jugadores en el clásico Real Madrid-Barcelona)
Otros lo insultaron, otros gritaron el gol, millones de personas lo vieron a través de televisión. Lionel Andrés Messi Cuccittini después realizó una de sus mágicas jugadas para dejar en el camino a Marcelo y asistir a Aleix Vidal. Pero, volviendo a su anotación, así se observó en las inmediaciones del terreno de juego, donde Barcelona se impuso por 0-3 y amplió su ventaja en la Liga de España: