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¿Cómo un jugador que finalizó en la cuarta posición en la lucha por la Bota de Oro y que se consagró goleador de la Serie A con 29 goles queda fuera del Mundial? El hombre que lideró la buena temporada del Inter de Milán, que lo clasificó a la Champions League tras seis años de ausencia. Las dudas en lo futbolístico, no existían. Sí en el plano personal.
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Desde la temporada de 2016, Mauro Icardi anotó 20 goles más que Paulo Dybala, 13 más que Gonzalo Higuaín y 12 más que Sergio Agüero. Aunque el cupo lo perdió con Cristian Pavón o Maxi Meza, quienes tuvieron una gran temporada con Boca Juniors e Independiente, respectivamente.
Sin embargo, hace unos años, Mauro Icardi se conoció con su compatriota Maxi López en la Sampdoria. A pesar, de la diferencia de edad, se hicieron grandes amigos. El exjugador del Barcelona le presentó su familia e Icardi le respondió enamorándose de su mujer, Wanda Nara y casándose unos meses después con ella. Incluso, se tatuó el nombre de uno de sus hijos.
La relación entre ambos futbolistas se rompió y hubo un escándalo mediático en Argentina. Icardi, a pesar de su buen nivel, siempre fue resistido por los técnicos de Argentina. Bien se sabe que Lionel Messi es buen amigo de Maxi López, pues él fue quien lo arropó en sus primeros años en el Barcelona.
Todo cambió cuando Edgardo Bauza asumió el cargo hace un año, el primero que lo empezó a tener en cuenta. Sampaoli hizo lo propio, por lo menos hasta que salió la lista definitiva de Argentina para Rusia en la que finalmente no figuró.
La decepción es grande. Icardi trató de disimularla en sus redes sociales con unos videos en los que sale cantando tango junto a su gran amigo, Lisandro López. Luego subió una postal donde su compañero argentino del Inter lo abraza. El delantero bloqueó la opción de comentarios en su cuenta de Instagram. Así trate de disfrazarla, la impotencia es enorme. Tal vez, el vestuario argentino no lo recibe con los brazos abiertos y su país no le perdona un "error" que cargará, parece, por el resto de su vida.