Primero fue la demora de la salida de River Plate de su concentración en el estadio Monumental. Después la bajada de los jugadores de Boca Juniors al lobby de su hotel, dispuestos a tomar el bus para La Bombonera, y el regreso inmediato a sus habitaciones. Esos dos sucesos generaron la especulación, aumentaron la incertidumbre que provocó la lluvia a lo largo de la mañana, y complementaron lo que fue la decisión de la terna de jueces chilenos tras inspeccionar el campo del escenario xeneize: el Boca-River, el primer duelo de la final de la Copa Libertadores, no se juega este sábado.
Las fuertes lluvias que cayeron en Buenos Aires hicieron que el espectáculo más esperado por millones de hinchas quedara en suspendido, pues luego de que el central Roberto Tobar caminara por la cancha no tuvo más opción que dar la noticia, algo que ya parecía hablado entre los presidentes de ambos clubes.
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“Para cuidar la integridad física de los jugadores y del espectáculo, el encuentro se aplaza para el domingo”, dice el comunicado de la Conmebol, máximo ente del fútbol en Suramérica
Lo cierto es que el duelo se jugará este domingo, a las 2:00 p.m., hora colombiana, esperando que el clima de tregua. Sin embargo, la predicción meteorológica asegura que el clima será similar al de este sábado por lo que habrá que esperar a la nueva hora del encuentro.
#CopaLibertadores | La primera final entre #Boca y River queda postergada para mañana por las condiciones climáticas. https://t.co/ePO4GT5Cu6
— Boca Juniors (@BocaJrsOficial) November 10, 2018