El pasado colonial africano del fútbol de Portugal

En sus días de imperio, el reino de Portugal abarcó diversos territorios en América, Asia y África. Sin embargo, después de muchos años y de diversos procesos independentistas, el territorio portugués quedó limitado a su espacio actual en la península ibérica y algunas islas en el Mediterráneo. Las colonias en África y pequeños territorios en India y el sudeste asiático fueron los últimos en quedar bajo autoridad portuguesa. En 1975 pasaron a ser independientes.

El vasto terreno con el que contó el imperio portugués dio paso a varios países: Mozambique, Angola, Santo Tomé, Cabo Verde y Guinea-Bisáu. Todos ellos, en distinta medida, han aportado al futbol portugués a lo largo de la historia. Algunos de manera más significativa que otros. Tras haber permeado su religión, idioma y cultura, era normal que, para muchos nativos, Portugal fuera un destino atractivo y para que grandes futbolistas decidieran vestir de rojo y verde.

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Mozambique, por ejemplo, mientras fue colonia se llamó África Oriental Portuguesa, y ese fue el lugar de nacimiento del que para muchos ha sido el mejor jugador en la historia de Portugal: Eusebio. Un delantero que, entre otras cosas, logró ser máximo goleador del mundial de Inglaterra (1966), ganó dos botas de oro, un balón de Oro (1965) y una Copa de Europa. La capacidad goleadora de la Pantera de Mozambique le dio la vuelta al mundo, pero no es el único caso.

Otro protagonista mozambiqueño de la selección lusa que logró el bronce mundial junto a Eusébio fue el centrocampista Mario Coluna, capitán durante el torneo de 1966 y recordado porque en ese torneo anuló al astro brasilero Pelé, con base en una marca firme y también muchas patadas. Al igual que Eusebio, formó parte del Benfica que conquistó Europa de la mano del estratega húngaro Bela Guttman, y pasó sus últimos días en Maputo, capital de su tierra natal.

El actual entrenador de la selección Colombia, Carlos Queiroz, también nació en Mozambique. Dirigió la selección lusa en dos ocasiones: la primera en la copa mundo de Sudáfrica 2010, aunque su aporte al futbol portugués fue especialmente en las selecciones juveniles. En 1989, orientó al equipo que se coronó campeón del mundo en la categoría sub-20 con jugadores como Luis Figo, Rui Costa y Fernando Couto. Tiempo después, ellos fueron la base de la selección que alcanzó el subcampeonato de Europa en 2004.

Angola

En su momento, la más grande de las colonias portuguesas en África fue Angola, lugar natal de otros integrantes de gran aporte en el fútbol portugués. Dos de ellos hicieron parte del equipo que conquistó la Eurocopa en Francia en 2016. El más relevante, William Carvalho, nacido en la capital, Luanda. Desde muy joven se mudó a Portugal con su familia y recorrió todas las selecciones juveniles de Portugal. En 2016 fue titular en todos los partidos salvo en la semifinal, por expulsión.

El otro caso de raíz angoleña del equipo campeón de 2016 fue João Mario, quien nació en Oporto, pero de familia angoleña. Jugó los siete partidos de su selección en ese torneo y, al igual que Carvalho, realizó todo el proceso juvenil en las selecciones. Con un dato extra: su hermano Wilson Eduardo también perteneció a las selecciones juveniles portuguesas, pero con el tiempo decidió mejor jugar con la selección mayor del país de sus ancestros: Angola.

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Antes que ellos hubo otros nacidos en Angola como José Águas, un delantero con una historia similar a la de Carlos Queiroz pues también fue hijo de una familia portuguesa asentada en las colonias. Antes de Eusebio en el Benfica estuvo Águas y juntos conquistaron a Europa. Otro caso relevante de origen angoleño fue el volante Costinha, quien conquistó la Champions de 2004 con el Porto y asistó con los lusos a dos Eurocopas y a un mundial.

Guinea-Bisáu

Este país vio nacer al autor del gol más importante en la historia de Portugal. Nadie creyó que el anotador en aquella final de 2016 contra Francia sería Éder. Este delantero, bastante criticado tras la pobre participación de su selección en Brasil 2014, tuvo su revancha dos años después, cuando en la prórroga de la final venció a Hugo Lloris con un remate desde afuera del área y permitió a los portugueses celebrar un título de mayores por primera vez.

En ese equipo, aunque con menos reflectores, estuvo también Danilo Pereira, al igual que Éder, nacido en Bisáu. Este habilidoso volante perteneció a las selecciones juveniles, entre ellas, la selección portuguesa que disputó el mundial sub-20 de 2011 en Colombia. Durante ese torneo, Pereira fue el recambio de William Carvalho. Nombres como la promesa portuguesa Bruma y Ansu Fati (nacionalizado español) son muestra de la proyección de este pequeño país al futbol.

Cabo Verde

En la obtención del título europeo fue clave Nani, extremo que nació en Lisboa, de padres caboverdianos. Sus mejores años los mostró en el Manchester United de sir Alex Ferguson. A nivel de selección, el hoy jugador del Orlando City, disputó dos copas del mundo, dos eurocopas y la copa confederaciones. Ese mismo torneo fue también la vitrina de Renato Sanches, que ganó Eurocopa, liga y copa portuguesa con el Benfica, y llegó a ser jugador revelación de la liga portuguesa.

Otro aporte de este país fue el lateral Eliseu, cuya madre es originaria del archipiélago africano. En esa misma posición, Portugal también encontró un buen presente, pues Ricardo Pereira del Leicester City y Nélson Semedo del Barcelona, también de ascendente caboverdiano, son frecuentemente convocados a la selección por el actual técnico del combinado luso, Fernando Santos.

Este recorrido por el fútbol africano en conexión con Portugal lo cierran las islas de Santo Tomé y Príncipe. El nombre relacionado con esta nación es Nuno Espírito Santo, portero que asistió a una Eurocopa (2008) como suplente y quien, una vez retirado, entrenó un par de equipos europeos hasta llegar actualmente a la Premier League inglesa. Como Inglaterra y Francia, el futbol portugués, siempre se ha nutrido del aporte de los territorios que ayer fueron sus colonias.