Luego de que se conociera la noticia de que Juan Carlo Osorio no era más el seleccionador de Paraguay, puesto en el que estuvo 163 días (apenas dirigió un partido), volvió a la memoria otras situaciones en las que el DT colombiano también se fue de su cargo en menos tiempo del esperado.
El primer antecedente fue en 2007 con el Chicago Fire de Estados Unidos. El pereirano arribó tras renunciar a Millonarios (48 encuentros) y apenas estuvo al mando durante 15 duelos. La razón: ir a un club más grande de la MLS, los New York Red Bulls, conjunto en el que ya había sido asistente en el 2000 cuando Octavio Zambrano, hoy en el Medellín, era el entrenador y cuando el nombre de la franquicia era MetroStars.
Aunque la directiva de Chicago aseguró que no sabía nada, el colombiano dijo en su momento que ellos habían dado el sí para llevar a cabo la negociación que terminó con Osorio a la cabeza del club de la Gran Manzana durante 2008 y 2009.
Ya en 2011, luego de lograr el título del fútbol colombiano con Once Caldas un año antes (venció a Tolima en el Clausura de 2010), Juan Carlos aceptó la oferta del Puebla de México y el 27 de noviembre dirigió su último partido con el equipo de Manizales.
Ese mismo año, en febrero, Osorio ya le había dicho que no a la Federación Hondureña de Fútbol, pues tenía contrato con el onceno blanco hasta diciembre de 2011, algo que fue respetado por el DT de 57 años.
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Sin embargo, en marzo de 2012 (más exactamente el 21 de ese mes), el colombiano renunció tras una racha de cinco partidos sin conocer la victoria. Ya después se conocería su mala relación con el uruguayo Hugo Fernández, vocero del club, y el manejo que este le daba a la institución. “Vino el martes para decirme que seguía y el miércoles me llamó a decirme que se iba”, dijo en su momento Fernández. Dos triunfos, dos empates y siete derrotas, su rendimiento en México.
De ahí voló para Medellín y tuvo un gran éxito con Atlético Nacional antes de aceptar la oferta de Sao Paulo en 2015. Osorio llegó con el antecedente de la gran labor hecha con el equipo verde de Antioquia y, tras cuatro meses al mando del club brasileño, dio un paso al costado para tomar una oferta mejor: ser el seleccionador de México.
Estuvo al frente 28 partidos, ganó 12, perdió siete y empató nueve. Además, clasificó a la semifinal de la Copa de Brasil y dejó el equipo en el quinto puesto del torneo Brasileirao.
Ya luego vendría la clasificación al Mundial de Rusia, el triunfo histórico sobre Estados Unidos en condición de local y la histórica victoria frente a Alemania en la fase de grupos. Pero la presión de los medios y de ex jugadores como Hugo Sánchez, hicieron que el DT dijera no más el 28 de julio de 2018 tras la eliminación en octavos de final de la Copa del Mundo a manos de Brasil.
Aunque desde la Federación le ofrecieron a Osorio que siguiera en el cargo para preparar al equipo de cara al Mundial de Catar en 2022, el risaraldense dijo no tras 52 juegos (33 triunfos, nueve empates y 10 derrotas).
Por último está Paraguay, selección con la que llegó a un acuerdo por motivos familiares y con la cual rescindió su contrato que tenía, entre otros objetivos, la Copa América de Brasil (solo estuvo en el banco en la igualdad 1-1 con Suráfrica). Habrá que esperar para que con el tiempo se conozcan, de fondo, las razones a su temprana salida.