Millonarios goleó a General Díaz y se medirá con Santa Fe en octavos de final

Gabriel Hauche, Roberto Ovelar, Ayron del Valle y David Silva, los anotadores del triunfo 4-0 del cuadro embajador frente al equipo paraguayo. Ahora, habrá clásico capitalino en el torneo continental.

Redacción deportes
16 de agosto de 2018 - 02:33 a. m.
El equipo embajador tiene como mejor resultado en este torneo las semifinales alcanzadas en 2007. / EFE
El equipo embajador tiene como mejor resultado en este torneo las semifinales alcanzadas en 2007. / EFE

El fútbol suele ser una máquina de ilusiones. Y los goles las piezas de un engranaje que se puede formar de diferentes maneras. Como por ejemplo la combinación entre buen juego y vehemencia. Dos factores que cuesta combinar en este deporte, pero que cuando se hace generan tranquilidad, alegría y emociones. Y este miércoles, en el duelo de vuelta contra General Díaz de Paraguay, Millonarios lo logró, en su medida, a su ritmo, con sus herramientas. Controlando, mas no dominando, el equipo dirigido por Miguel Ángel Russo se impuso 4-0 y avanzó a los octavos de final del torneo continental, el mismo en el que alcanzó las semifinales  en 2007, cuando todos pensaban que el azul iba a ser campeón.

El partido en El Campín lo tuvo casi todo: contragolpes, remates de larga distancia, jugadas colectivas, tarjetas amarillas, futbolistas renegando con el juez, con el rival, con ellos mismos. De pronto lo único que faltó fueron llegadas de más peligro para la portería de Wuilker Fariñez, el arquero venezolano que tocó la pelota pocas veces, una de ellas un potente remate de Pablo Meza que contuvo con toda su humanidad. “Si tu portero tiene poco trabajo alégrate porque las cosas se hicieron bien”, dijo algunas vez el holandés Johan Cruyff, el de la sabiduría de la vida puesta al servicio del fútbol.

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Y sí, el balón siempre estuvo del lado del cuadro visitante que, a su manera, muy paraguaya, intentó frenar a Millonarios, con juego fuerte, con doble marca y con muchas faltas. Por fortuna, para el embajador, en la cancha todo se combinó y Gabriel Hauche y Cristian Marrugo se entendieron como si jugaran de toda la vida, y Roberto Ovelar y César Carrillo tocaron de primera intención. Y la experiencia se reflejó en la inteligencia de entender el deporte, como el primer tanto del conjunto azul tras presionar en un saque de banda del oponente, recuperar el control, sacar un centro y terminar todo en el fondo del arco defendido por Osvaldo Cabral. El pase fue de Carrillo y la definición de Hauche, del recursivo, del que en cuestión de segundos vio la trayectoria de la pelota y con un movimiento seco del torso la mandó a guardar. Otro se hubiera enredado, él no, él marcó de pecho, como el talentoso que es.

No importó ir arriba en el marcador y tener todo asegurado (el primer duelo terminó igualado 1-1) porque Millonarios siguió atacando, con un sistema sencillo y efectivo, al menos por esta noche. Y por eso llegó el segundo tanto, con un desborde de Marrugo y un pase perfecto para que Ovelar de zurda pusiera el 2-0. Golpe a la mandíbula que dejó tambalenando al club entrenador por Aldo Bobadilla, el ex portero que gesticuló como si estuviera en el área regañando a sus compañeros por el descuido, por la pasividad de dejar hacer al oponente todo con claridad.

Ya en la segunda parte, como era de esperarse por el desgaste hecho, el conjunto colombiano bajó la intensidad y dejó huecos atrás que no aprovecharon los paraguayos. Y aumentaron las faltas y con estas los cobros de costado en ambos lados, y el encuentro se enredó un poco, ya no fue tan claro como en la primera parte. Los hinchas, los 13 mil que llegaron de a poco, empezaron a cantar y a recordar a Santa Fe, al rival de la próxima ronda. Y con cada buena jugada los gritos aumentaron, también con los quites rasantes y con los brazos de Hauche pidiendo más apoyo.

El árbitro chileno Julio Bascuñán fue fiel a su estilo y sacó tarjetas sin medirse (cuatro en total, dos por cada bando) y así evitó que el partido se saliera de control. Russo, consciente de la victoria, le pidió a los suyos calma y empezó a realizar los cambios y a enfriar todo hasta que por fin lo congeló asegurando su paso a la siguiente ronda tras una de las mejores presentaciones del semestre. El tercer tanto (minuto 79) fue el premio para Ayron del Valle, para el que siempre fue y por fin encontró premio a no desistir, y el cuarto para David Silva, que ingresó en la parte complementaria para cerrar todo.  Ahora se viene Santa Fe, el clásico, el partido diferente y que deja una buena nueva para Colombia: habrá un representante nacional entre los ocho mejores del campeonato.

Por Redacción deportes

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