Salió humo en el DW Stadium. El Wigan, club de la tercera división de Inglaterra, venció 1-0 al Manchester City y lo eliminó de la FA Cup. Una polémica expulsión de Delph desencadenó la ira de Pep Guardiola, quien tuvo fuertes enfrentamientos con la terna arbitral y el cuerpo técnico del equipo local. Y para rematar, Sergio Agüero le pegó un manotazo a un hincha rival. Les espería una fuerte sanción.
Un caldo de ira mezclado con la aparente injusticia, pero también con la impotencia de no haber marcado. El conjunto ciudadano tuvo 27 disparos frente a cuatro del Wigan y además contó con el 87% de la posesión de balón. No se puede creer cómo se les escapó el partido en el torneo de fútbol más añejo del mundo.
Pep Guardiola empujó al árbitro del compromiso. Pero todas las miradas se las quedó Sergio Agüero: el argentino le pegó un manotazo a un hincha del Wigan y tuvo la intención de irse a los golpes. Aún se desconoce qué le dijo el simpatizante al Kun.
La Football Asociacion (FA) se pronunciaría mañana y emitiría un comunicado hablando de la situación del entrenador español y el delantero sudamericano. El precedente más cercano es el de Patrice Evra, lateral del Marsella, quien fue suspendido en noviembre pasado por el resto de la temporada por pegarle una patada a un hincha.
El Manchester City, el equipo más sólido de la temporada en Europa, cayó frente a un equipo de tercera división. Todo puede pasar en el fútbol inglés.