:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/T5evVquIEWc7J5ZCe2C_k83WQvs=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/RMFEF57ZQJG4TILG2ACQ45BI5M.jpg)
Si hay un futbolista que se ha tenido que ganar a pulso un lugar en el corazón de los hinchas colombianos es Stefan Medina. Criticado durante mucho tiempo, más que por sus actuaciones en la cancha por el hecho de ser uno de los jugadores insignias de Atlético Nacional durante la exitosa era de Juan Carlos Osorio como entrenador, supo aguantar con paciencia y se dedicó a trabajar para seguir demostrando su valor. Ahora, con apenas 27 años, recoge los frutos de varias temporadas de sacrificios y, fiel a su costumbre, termina el año celebrando un nuevo título.
Con el Monterrey, al lado de sus compatriotas Dorlan Pabón y Avilés Hurtado, conquistó la liga mexicana en una dramática final ante el poderoso América, en el que jugaron Roger Martínez y Nicolás Benedetti.
Fue el decimotercer título de Medina desde 2010, cuando debutó como profesional en el club verdolaga, el mismo en el que se formó en las divisiones menores. Allí levantó siete trofeos antes de partir a México.
En territorio azteca ha ganado cinco: tres con el Monterrey y dos con el Pachuca. Fue, además, campeón del Torneo Esperanzas de Toulon, en 2011, con la selección colombiana sub-20.
Lea también: Medina, Pabón y Hurtado, campeones en México
Con el equipo de mayores participó en las eliminatorias a los mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018, además de las copas América de 2016 y 2019. Fue precisamente en esta última en la que se redimió con la afición y recuperó el puesto como lateral derecho, ese que apenas pudo estrenar.
La injusta condena contra Stefan, uno de los hombres más matoneados en la historia del país, empezó el 11 de septiembre de 2013 en un partido de las eliminatorias a Brasil 2014 en el que fue titular debido a una lesión de Pablo Armero, que obligó a Camilo Zúñiga a jugar por el costado izquierdo. Medina cargó el peso y la responsabilidad de debutar en la selección con apenas 21 años. Uruguay se impuso 2-0 en Montevideo con un par de errores suyos, pero en general de todos.
Había que buscar un culpable para descargar la ira de la derrota y el canibalismo de una nación que les exige rendir más cuentas a sus deportistas que a sus políticos. Y el pelado debutante de Atlético Nacional era la presa más fácil de todas.
Unos días después, en el agónico empate 3-3 ante Chile, Medina volvió a ser el señalado. Bum: se convirtió en un personaje clave de la cultura popular y del burdo carnaval de las redes sociales. Memes, memes y más memes, una tendencia que este año se empezó a desvanecer.
Se fue en silencio para México, en donde se ganó el respeto de colegas, entrenadores y aficionados. Según su técnico en los rayados, el argentino Antonio Mohamed, “Stefan es un jugador muy inteligente y versátil, puede jugar en cualquier posición de la defensa y no afecta su rendimiento. Para un entrenador, ese tipo de futbolistas son muy importantes. Además, es una gran persona, un líder dentro de la cancha”.
Por algo será que todos los años sale campeón. Y a pesar de que sus errores fueron magnificados y sus triunfos a veces ignorados, nunca reaccionó mal ante las agresiones verbales ni le contestó mal a nadie. Tiene una carrera deportiva intachable.
Pero va por más. Su felicidad será completa cuando logre redimirse definitivamente con la afición colombiana, cuando su historia con la camiseta tricolor tenga un desenlace feliz, cuando en Barranquilla, Cali o Bogotá coreen su nombre como lo hacía la hinchada verde en el Atanasio Girardot.
“Primero hay que trabajar para consolidarme en la selección. El profesor Carlos Queiroz me ha dado nuevamente la confianza para volver y creo que he tenido buenas actuaciones, pero eso hay que ratificarlo en cada partido. Vamos a darlo todo para pelear el título de la Copa América en nuestra casa, que es nuestro gran objetivo, aunque también arrancar con pie derecho el camino a Catar 2022”, aseguró Medina poco después de haberse convertido, al lado del capitán Dorlan Pabón y Avilés Hurtado, ausente por lesión, en los últimos colombianos en celebrar un título en 2019, un año que sin duda cerraron con broche de oro.