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Estancado Mina, estancada la defensa colombiana

La generación que empezó a ilusionar en el Mundial Sub-20 del 2011 en Colombia, con Arias y Murillo dando señales de que estaban para algo grande, hoy está absolutamente estancada.

Manuel Rodríguez Lloreda
10 de junio de 2020 - 10:18 p. m.
Jerry Mina, líder de la defensa colombiana.
Jerry Mina, líder de la defensa colombiana.

Se lesionó Mina hace poco y no va a estar para el retorno de la Premier. Estará afuera varias semanas, según confirmó el Everton, así que se perderá varios partidos de lo que resta de la liga.

No es la primera lesión de Mina esta temporada —de hecho, los problemas físicos lo han aquejado constantemente desde que llegó a Europa— y en parte por esto, su año con el Everton no ha sido totalmente bueno. No ha sido malo, tampoco, pues se ha ganado un puesto en un club competitivo y mal que bien ha jugado 23 partidos como titular, y ha anotado dos goles de cabeza (aunque se esperaba que fueran más).

Todo, a fin de cuentas, más bien regular. Y sin embargo, entre altibajos y lesiones, se dice que Mina empezó a perder la confianza de Ancelotti hacia el final de la temporada pre-coronavirus. Incluso se habló mucho en marzo de que el Everton buscaba un central —un reemplazo— en el mercado. En fin, consolidado o no, respaldado o no por su técnico, Mina se perderá gran parte de lo que queda de esta temporada rota. Y preocupa.

Preocupa porque Yerry lleva tres años en Europa, y no parece haber progresado. Preocupa porque el mismo jugador que salió del Barça por no convencer a su técnico ahora deja dudas en el Everton. Son tres años y Mina es el mismo que era cuando estaba en el Palmeiras. Que era muy bueno en el Palmeiras, pero sólo eso.

Y es debatible si Mina ha evolucionado o no, si ha aprendido en estas últimas tres temporadas, pero al menos no hay señales claras que prueben que en realidad haya mejorado. Es más, hemos tendido últimamente a medir su rendimiento más por sus goles de cabeza que por sus tareas defensivas —su rol principal en el campo. Y no es por ser alarmistas, pero si una salida del Barça lo llevó al Everton, ¿una salida del Everton a dónde lo llevaría? ¿A un equipo cualquiera en Italia o en Francia, tal vez? ¿O quizás de regreso a Suramérica?

El mismo problema se extiende por toda la línea defensiva de la selección. La generación que empezó a ilusionar en el Mundial Sub-20 del 2011 en Colombia, con Arias y Murillo dando señales de que estaban para algo grande, hoy está absolutamente estancada. Nunca fue claro si Arias tenía realmente el nivel para mantener la titularidad en el Atlético del Cholo, y la llegada de Trippier en agosto fue nefasta para él. Sólo ha jugado siete partidos por liga española esta temporada (incluso ya también perdió su puesto en la selección desde la llegada de Queiroz). Se rumora que lo busca la Roma, y de darse el traspaso, sin duda le convendría a Arias, pero sería un paso atrás en su carrera.

Y en cuanto a Jeison Murillo, es innegable que ha involucionado en el último par de años. Ha tenido una pequeña reanimación en esta temporada con el Celta, pero ya no es el joven central prometedor que lideraba la defensa del Inter en el 2016 y su paso por el Barcelona de hace poco fue más bien embarazoso.

Por último, Dávinson: posiblemente el mejor defensa colombiano hoy en día, y titular en el Tottenham, equipo grande en Inglaterra y en Europa. Y aún así, ¿se ha desarrollado desde su llegada a Inglaterra? ¿Es mejor central hoy de lo que era hace dos años? ¿Tiene mejor juego aéreo, o mejor salida con el balón? ¿Marca con más criterio? De nuevo, entramos en una zona en la que todo es cuestión de opinión, pero, al igual que con Mina, no hay indicación clara de alguna mejora: cuando Dávinson juega con la selección, parece cometer un error por partido. Aún no es confiable. En Inglaterra, ciertos comentaristas suelen utilizar una peculiar frase, que traducida quiere decir algo así como “en cada partido hay un error dentro de él esperando para salir". Y es difícil no estar de acuerdo.

Así que bien, hace algunos años tanto Dávinson como Mina prometían, en el Ajax y en el Palmeiras, no sólo por su buen nivel sino por su potencial. Eran extremadamente jóvenes los dos, a punto de entrar al periodo de mayor desarrollo (de explosión, como lo llaman algunos) en la carrera de todo futbolista. Pues hoy, tres temporadas después, ya Mina tiene 25 años, y Dávinson cumple 24 este viernes. No son viejos ni mucho menos, ciertamente, pero sí parece que han llegado a un punto de estancamiento. Por lo menos sí da la sensación de que ahora tienen un poco menos de potencial. Tal vez ninguno será Van Dijk. Tal vez no serán dos de los mejores centrales del mundo (con lo que más de uno se ilusionaba). Tal vez solo serán Dávinson y Mina —que son muy buenos, que no se entienda mal, pero es indiscutible que quizás esperabamos algo más.

@manrodllo

Por Manuel Rodríguez Lloreda

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