En el mundo del deporte, al menos en las disciplinas colectivas, no es fácil encontrar un equipo tan dominante, a nivel internacional, como Real Madrid en el fútbol. Es un caso de estudio la mística del cuadro merengue en la Champions League, un torneo que ya han ganado en 14 oportunidades y que este año, una vez más, aspiran a levantar por decimoquinta oportunidad.
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Los españoles nunca son favoritos, pero siempre, de una forma o de la otra, terminan convirtiéndose en candidatos incuestionables. Les pasó nuevamente en la edición actual de la Liga de Campeones, cuando en los cuartos de final el favorito para llegar a semifinales era Manchester City. Los ciudadanos dominaron, generaron más ocasiones, no les prestaron la pelota y los acorralaron en contra de su área. Y a pesar del dominio, de su inferioridad incuestionable, Real Madrid fue el que pasó de ronda. Como la premonición que es imposible de evitar, los de Carlo Ancelotti impusieron otra vez su jerarquía y hoy, en la ida que se juega en Alemania, el equipo blanco está en las semifinales contra Bayern Múnich. El partido se jugará desde las 2:00 p.m. (hora colombiana).
El inevitable destino triunfador de Real Madrid es difícil de equiparar en todo el universo deportivo. Es común, en el ámbito local, que un equipo se destaque por encima del resto. Por ejemplo, en España, el mismo cuadro merengue tiene 35 ligas, a la espera del título 36, y le saca casi una decena de copas a Barcelona, que tiene 27.
El fenómeno se repite en casi todos los países. En Alemania Bayern es rey, en Italia domina Juventus, en Inglaterra Manchester United y Liverpool le sacan gran distancia al tercero, como sucede en Argentina, donde River y Boca rozan las 40 estrellas frente a las 18 del tercero, Racing de Avellaneda.
En otros deportes las dinastías son frecuentes en los torneos locales. En el béisbol de Estados Unidos, los Yankees de Nueva York tienen 27 títulos, mientras que los St. Louis Cardinals tienen 11. En la NBA, el baloncesto estadounidense, el palmarés lo dominan los Lakers y los Celtics, los dos con 17 anillos, mientras que el tercero, Golden State Warriors, ha ganado el campeonato siete veces.
Sin embargo, a escala internacional, el fenómeno no es tan frecuente. La Fórmula 1 es una de las pocas excepciones, pues Ferrari, como escudería, le saca, con sus 16 títulos, una ventaja de siete campeonatos a Williams y de ocho a McLaren y Mercedes. Sin embargo, por más de que se corra por escuadras, el Campeonato Mundial de Constructores no deja de ser un torneo de pilotos, de deportistas individuales.
Al mirar, por ejemplo, los mundiales, en el rugby Sudáfrica ha ganado el torneo cuatro veces y solo le saca uno a Nueva Zelanda. En el tenis, en su similar que es la Copa Davis, Estados Unidos domina con 32 victorias, pero la distancia con el segundo, que es Australia, no es tan grande, pues los oceánicos tienen 28 títulos. En el fútbol, Brasil es el mandamás, con cinco copas del mundo, pero lo siguen de cerca Italia y Alemania, con cuatro.
Real Madrid, un fenómeno único
No es normal lo de Real Madrid, a nivel internacional, en el fútbol. En los deportes colectivos se podría decir que es el mejor equipo de la historia. Pelea con otras grandes dinastías, pero es el que más saca distancia en su deporte con respecto a los demás.
Un buen ejemplo que podría demostrar esa grandeza es la Copa Libertadores. Independiente de Avellaneda ha ganado el torneo siete veces, Boca Juniors ha triunfado en seis oportunidades y Peñarol, en cinco. En la contracara la diferencia es abismal. De los 69 torneos que se han hecho de la Champions, Real Madrid, entre casi 150 equipos, ha ganado el 20 % de los torneos. Con 14 títulos, y el 15 pendiente, el cuadro blanco dobla al segundo, que es AC Milan (7), y al Bayern Múnich y al Liverpool, ambos con seis, está muy cerca de sacarles la decena.
Es probable que no se le dé la dimensión que le corresponde a esa diferencia, porque la ventaja la sacaron en los últimos años. Hasta 2014, cuando llegó la décima, la diferencia entre los españoles y los italianos era de apenas dos copas. De ahí para adelante, con las victorias en 2016, 2017, 2018 y 2022, Real Madrid se hizo inalcanzable. Durante muchos años las 10 Champions parecían un sueño imposible, pero los madrileños lo hicieron posible. Hoy, justo 10 años después del décimo título en la Liga de Campeones, el cuadro blanco parece muy cerca de lograr una nueva proeza: los 15 títulos continentales.
Con el tiempo se entenderá lo difícil de la hazaña. La dominación internacional, en el ámbito deportivo, es un fenómeno exclusivo de pocos. Tal vez, a nivel individual, es fácil identificar las leyendas que no se pueden comparar con el resto. Michael Phelps en la natación, Usain Bolt en el atletismo de velocidad o Novak Djokovic en el tenis. No obstante, en el deporte colectivo imponer la jerarquía más allá de las propias fronteras no es algo usual. Es un fenómeno único, inexplicable y que solo se entenderá cuando pasen los años. Gane o pierda, se clasifique o no a la final de este año, Real Madrid ya demostró la singularidad de su naturaleza, la grandeza. Una mística que no tienen ningún otro equipo.
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