A mayor preparación, menos resultados

Cuando los resultados no se dan, los análisis, causas y consecuencias del tropiezo, opiniones y hasta señalamientos están a la orden del día, pero algo sí está claro luego de que a la selección juvenil colombiana se le esfumara la ilusión mundialista de Egipto: el fracaso no tiene justificación alguna.

Y el primero en reconocerlo fue el técnico José Hélmer Silva, quien aceptó charlar con El Espectador para asumir la responsabilidad y de paso revelar algunos de los motivos por los cuales no se logró la clasificación.

El técnico nacional fue claro al asegurar que “los jugadores se desconcentraron justo en los momentos en los que menos debían hacerlo” y coincide en que el grupo que armó quedó en deuda con el país.

No entró en detalles, pero “ya cada quien sabe en qué falló”, y además que “fueron muchas las circunstancias que afectaron, tanto en lo físico como en lo mental, normales en jugadores en proceso de formación”.

Agregó que la programación de un partido cada 48 horas, hizo mella, pues “el desgaste arrojó como resultado imprecisiones; además, por cansancio físico, se les deterioró la técnica”.

Tampoco niega que la preparación que tuvo la selección fue inmejorable, ya que en total fueron 15 partidos internacionales, además de los 13 microciclos durante los últimos 14 meses.

Sin embargo, para el estratega vallecaucano, no todo fue pérdida y quedaron jugadores para comandar el próximo proceso hacia el Mundial de 2011 que organizará Colombia; como por ejemplo “el arquero Andrés Felipe Mosquera, quien pese a haber nacido en 1991, mostró esa madurez que seguramente lo consolidará a futuro”.

También está convencido de que “muchos de estos jóvenes van a estar en un futuro en la selección de mayores” y no quiso ponerle punto final al Suramericano sin antes decir convencido que “de los clasificados, el único que tiene más fútbol que Colombia es Brasil. Nosotros merecíamos estar en el Mundial porque hasta en la adversidad, la propuesta siempre fue atacar”.

Finalmente, al asistente técnico en la selección de mayores, lo deja tranquilo saber que la tricolor “siempre tuvo una buena actitud y entrega para ir hacia adelante, amor a la camiseta y al menos intentó dejarlo todo en la cancha”.

“Es que ningún equipo nos pintó la cara, ni nos desvirtuó o nos pasó por encima. Siempre fuimos para adelante y luchando”, explicó Silva, quien esta es la hora en que todavía lo mortifica “el segundo penalti de Cristian Nazarit contra Venezuela; debimos haberla liquidado (en la primera fase), porque si dejas al dueño de casa vivo, después siempre va a querer figurar como sea”.

Y eso fue lo que precisamente no hizo Colombia, perdonó demasiado y eso se pagó con una eliminación más a cuestas.