Enfrentamientos violentos entre aficionados del Trabzonspor y jugadores del Fenerbahce ensuciaron este domingo el final de un partido de la primera división turca, un campeonato ya sacudido esta temporada por otro episodio de inusitada violencia.
Una masa de aficionados invadió el césped del estadio del Trabzonspor al sonar el pitido final del choque perdido por su equipo (3-2), mientras los jugadores del Fenerbahce de Estambul celebraban su victoria.
Varias imágenes muestran a un primer aficionado del equipo local saltando al terreno de juego hacia los jugadores visitantes. Varios de ellos se dirigen contra él con la intención de golpearlo.
Hala çıkıp da Fenerbahçeli futbolcuların sevinmesi üzerinden yorum yapanlar akıllarını yitirmiş olmalılar. Fenerbahçe güvenlik görevlisi Gökhan Uyanık saldırıyı savuşturmasa neyşe karşılaşacağız belli değil. Elindeki ve sonrasında yere düşen cisim ne? pic.twitter.com/sxoj1yaorR
— Ahmet Selim Kul (@ahmetselimkul) March 17, 2024
Otras imágenes muestran a un aficionado amenazando a un jugador del club de Estambul con el palo del córner. El arquero del Fenerbahce, Dominik Livakovic, recibió un puñetazo en la cara, según imágenes grabadas desde las gradas y difundidas en redes sociales.
En otro video se aprecia al internacional belga Michy Batshuayi dando una patada a un aficionado que corría por el césped, y al internacional nigeriano Bright Osayi-Samuel propinando un puñetazo a otro aficionado.
El ministro turco del Interior Ali Yerlikaya anunció seguidamente la apertura de una investigación para tratar de identificar a los aficionados que saltaron al terreno de juego.
Denunciando unos hechos “inaceptables”, la Federación Turca de Fútbol (TFF) afirmó en un comunicado que “se impondrán las sanciones penales necesarias a los responsables de estos incidentes”.
🚨 Crazy scenes in Turkey between Trabzonspor fans entering the pitch and stormed the Fenerbahçe players.pic.twitter.com/zbfNWhp11m
— Fabrizio Romano (@FabrizioRomano) March 17, 2024
Según la prensa turca, los jugadores del Fenerbahce tuvieron que esperar casi tres horas en el interior del estadio después del partido antes de poder salir, el tiempo para que la policía asegurase las salidas rumbo al aeropuerto de la ciudad.
El secretario general del equipo, Burak Kizilhan, hizo un llamado a la calma a los aficionados del club, con la intención de no aumentar la espiral de violencia en un campeonato salpicado en anteriores ocasiones por episodios similares.
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