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Cuando a Carlos Bianchi le preguntaron, por allá en 2003, que cuál era el éxito de su Boca Juniors en la Copa Libertadores, el entrenador, que venía de ganar tres de los últimos cuatro torneos continentales, se limitó a decir: “La actitud es más importante que el esquema. Y en casa, con tu gente, la entrega tiene que ser el doble”. En otras palabras, ganar de local y matarse para no perder fuera. Así se llega lejos, así se es campeón. Por eso es que en ocasiones, como les sucede en estos momentos a América de Cali y a Independiente Medellín, lo que no se obtuvo en la cancha de uno hay que buscarlo fuera, en la del otro.
El club de Cali juega hoy con Universidad Católica (5:15 p.m.) en el estadio San Carlos de Apoquindo, curiosamente el mismo rival que enfrentó en las semifinales en 1993. En esa oportunidad, el equipo chileno ganó 1-0 en su estadio con gol de Ricardo Lunari y en Cali igualó 2-2 para acceder a la final (perdió con São Paulo de Brasil). Pero un año antes en los octavos de final, América fue el que dejó fuera a los chilenos tras empatar sin goles en condición de visitante y ganar 1-0 en el Pascual Guerrero (gol de Jorge Da Silva).
Ya en 1986, una época en la que el conjunto rojo era uno de los más importantes de América, el resultado también favoreció a los colombianos, que ganaron 3-1 en Santiago con goles de René Valenzuela, Willington Ortiz y uno en propia puerta de Francisco Hörmann (el entrenador era Gabriel Ochoa Uribe). En esa edición, América fue primero del grupo 4 (nueve puntos) y llegó hasta la final, en la que perdió ante River Plate (marcador global de 3-1). Es decir, que a la fecha, el conjunto escarlata y la Católica se han enfrentado, en territorio austral, tres veces con una victoria para cada lado y un empate.
En general, América ha ido a jugar a Chile ocho veces con un saldo de tres derrotas, la misma cantidad de empates y dos victorias, con diez goles en contra y doce a favor; es decir, una efectividad del 37,5 %. Si bien lo anterior no determina para nada lo que vaya a suceder en el choque de hoy, puede servir como un panorama para tener presente. Si hay que resaltar que Universidad Católica es el líder del torneo de su país, que está invicto con 16 puntos en seis salidas (cinco triunfos y un empate), al igual que en el debut en esta Libertadores fue goleador por Internacional de Porto Alegre (3-0), club que dejó fuera en la fase previa a Deportes Tolima.
Ante el campeón argentino
Hoy (7:30 p.m.) Independiente Medellín visita a Boca Juniors en La Bombonera, el reciente campeón de la Superliga de Argentina. La historia de Medellín en el sur del continente tiene un saldo de seis partidos: las goleadas 5-2 con Racing y 6-2 con River Plate en la fase de grupos en 1967, la caída 2-0 con Boca Juniors en 2003, también en la primera ronda (20 de febrero), la derrota 3-0 con Banfield en octavos de final de 2005, la victoria ante River por 2-1 en 2017 y el reciente 1-0 en contra con Atlético Tucumán este año en la fase 3 (ganó por penales su derecho a seguir compitiendo).
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Resumiendo el desempeño del cuadro poderoso cuando juega en Argentina: en total son cinco caídas y un triunfo, para una efectividad del 16,6 %. Además de eso, hay que decir que Boca Juniors, el rival de hoy, viene con la inyección anímica del título que le quitó a River Plate, con Jorman Campuzano, Frank Fabra y Sebastián Villa como titulares, y con las intenciones de traspasar los buenos resultados del plano local al internacional. Los dirigidos por Miguel Ángel Russo duraron doce fechas sin perder y desde ese entonces (la última derrota fue con Lanús, el 31 de octubre del año pasado) marcaron 27 goles y recibieron tres.
Curiosamente, mientras que los dirigidos por Aldo Bobadilla sufrían por derrotar a Millonarios, Boca trabajaba por marcarle a Gimnasia y estaba pendiente de que River Plate no ganara.
En conclusión, tanto América como Medellín deberán sumar por fuera para amortiguar un poco las derrotas de hace una semana en condición de locales: el 2-0 ante Gremio Porto Alegre en el Pascual Guerrero y el 2-1 con Libertad de Paraguay en el Atanasio Girardot.
Por último, un dato interesante: de las cuatro veces que América comenzó perdiendo su primer partido en la Libertadores, apenas en una quedó fuera en la fase de grupos (2009). Y Medellín, de las tres veces que cayó en su debut, en dos fue eliminado en primera ronda (1967 y 2017). En la restante, 2003, llegó a semifinales.