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El Barcelona decidió boicotear "en señal de protesta" la reunión que la Federación Española de Fútbol tiene programada este martes para designar la sede de la final de la Copa del Rey, según anunció el portavoz del club, Toni Freixa.
"Adoptamos el acuerdo de no ir a la reunión de la RFEF como signo de desencanto. No se ha hecho valer la fuerza de nuestros argumentos objetivos y lo dejamos todo en manos de la RFEF", declaró Freixa.
Este "desencanto" tiene que ver con la reciente denuncia presentada por el Comité Técnico de Árbitros contra el defensa Gerard Piqué, después de que el azulgrana cuestionara su expulsión en el partido contra el Sporting de Gijón, tarjeta roja que el Barça ya anunció que recurrirá.
Piqué había hecho unas declaraciones tras el encuentro en las que acusaba al colegiado de que su expulsión fue "premeditada".
De la reunión de este martes al mediodía, que se había aplazado antes debido a que los clubes implicados no alcanzaron un acuerdo, depende la decisión sobre el estadio que albergará la final de mayo entre el Barcelona y el Athletic de Bilbao.
Tanto el Barça como el Athletic parecían estar a favor de jugar en el Santiago Bernabéu, estadio del Real Madrid, debido a su gran capacidad para alojar al máximo número posible de aficionados.
Pero el Real Madrid se niega, alegando que a finales de mayo tiene previsto llevar a cabo obras y trabajos de remodelación en el estadio.
Ante esta situación, el Barça apuesta ahora por el Vicente Calderón, estadio del Atlético de Madrid, mientras que el conjunto vasco se inclina por el estadio de La Cartuja en Sevilla.
Otra opción de las que se barajan para jugar la final sería el estadio del Valencia, Mestalla.
Si no hay acuerdo el martes será la Federación quien decida, pudiendo tomar la decisión por sorteo, según aseguró su vicepresidente, Joan Gaspart.