Los jugadores de la selección brasileña de fútbol dijeron el martes que están preparados para soportar la presión que encontrarán el próximo sábado en su visita a Argentina para el partido correspondiente a la decimoquinta jornada de las eliminatorias del Mundial de 2010.
"No estamos preocupados por las provocaciones, sólo por nuestro trabajo y por jugar el partido", dijo el delantero Julio Baptista a periodistas en el centro de entrenamientos que la "verde-amarela" tiene en Teresópolis, ciudad cercana a Río de Janeiro.
El atacante del Roma respondió así a las declaraciones sobre el partido hechas a la prensa en los últimos días por miembros del equipo albiceleste y que, como es habitual en vísperas de uno de los clásicos del fútbol mundial, calientan el ambiente.
Baptista comentó también las características del estadio del Club Rosario Central, donde se jugará el partido y donde el público se siente más cerca de la grama que en otros escenarios, y dijo que esa situación no debe asustar a ninguno de los brasileños.
"Dentro del campo es otra historia, son once contra once", manifestó el jugador.
Recordó que el Argentina-Brasil, por tratarse de un clásico del fútbol mundial, es un partido "que a cualquier jugador le gustaría jugar" y reiteró que los dirigidos por Dunga no se encontrarán ante nada nuevo en Rosario pues "la rivalidad ya existe" y "no es de ahora".
"En el fútbol, quien siente la presión no puede salir al campo", opinó por su parte el portero suplente Víctor.
Su compañero Gilberto Silva se refirió a versiones de prensa según las cuales el seleccionador argentino, Diego Armando Maradona, recomendó cortar bien bajo el césped para que el balón ruede más rápido y dificultar el juego de los brasileños, y señaló que eso no hará la diferencia.
"La selección brasileña ha jugado en muchos estadios y algunos con el césped muy malo. Eso (el césped corto) no cambia mucho (las condiciones de juego) y no marca la diferencia", anotó.
El centrocampista del Panathinaikos señaló además que aunque Brasil piensa en salir de Rosario con tres puntos que le aseguren el cupo en Sudáfrica, un empate ante los argentinos no sería un mal resultado.
"Tratándose del adversario (del sábado) el empate no sería malo, pero nuestro pensamiento es vencer. Por encima de todo trabajamos pensando en la clasificación", dijo Silva.
A renglón seguido añadió que la selección brasileña piensa en conseguir la clasificación anticipada para el Mundial de Sudáfrica y no sólo en el hecho de vencer a Argentina y Chile sus próximos rivales.
Brasil lidera las eliminatorias suramericanas del Mundial de 2010 con 27 puntos, seguido de Chile con 26, Paraguay con 24 y Argentina con 22.
Por su parte, el zaguero Juan se refirió al arma que tiene Maradona en la velocidad de Leonel Messi y consideró que Argentina es un rival fuerte que no se resume sólo a esa virtud del barcelonista.
"Brasil debe estar atento a todo el plantel, aunque Messi sea hoy uno de los mejores jugadores del mundo", dijo.
La selección brasileña permanecerá en Teresópolis hasta el próximo jueves, día en que viajará a Rosario y regresará al país el domingo temprano para prepararse para el partido contra Chile, el día 9 en la ciudad de Salvador (nordeste).